Irak pide intervención de ONU para que pare la guerra
El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Nayi Sabri, solicitó la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para que cesen los ataques de EEUU, el Reino Unido y Australia.
BAGDAD.---- El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Nayi Sabri, solicitó la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para que cesen los ataques de EEUU, el Reino Unido y Australia.La petición fue formulada a través de un mensaje enviado a la actual presidencia de turno de dicho organismo internacional."El Consejo de Seguridad debe intervenir inmediata e incondicionalmente para terminar con esta agresión, que tiene como objetivo imponer el control sobre Irak y toda la región, además de procurar (esos tres países) convertirse en la Policía del mundo", agrega la nota.El jefe de la diplomacia iraquí recalcó que su país "esta determinado a desbaratar todos esos planes y continuar resistiendo la agresión hasta que el mundo se libere de su maldad", concluye el ministro.Esta es la primera declaración de Nayi Sabri desde que hace tres días comenzaron los ataques contra su país.Primer ataque diurno contra BagdadBAGDAD.--- Cerca de diez misiles cayeron esta tarde en Bagdad, en el primer ataque diurno desde el inicio de la guerra y cuando el régimen de Sadam Husein todavía se restañaba las heridas que le causó anoche el bombardeo mas fuerte en su historia.Varias columnas de humo negro se elevaban tras las explosiones, que se produjeron en medio del ulular de las alarmas pero sin desatar la respuesta de baterías antiaéreas, lo que ya permite suponer que fueron provocadas por cohetes tierra-tierra.Algunos observadores locales atribuyen la humareda al incendio premeditado por parte iraquí de los conductos de petróleo, en un intento de "engañar" a los misiles y a los aparatos de detección de los bombarderos.En todo caso, la humareda envolvió a Bagdad en un enorme círculo negruzco.Dos de los lugares alcanzados se encuentran en la zona de Al Dura, al sur del núcleo urbano y donde se ubica la mayor refinería de petróleo de la capital iraquí.Otros dos impactos se produjeron en las cercanías del barrio de Mutasam, al suroeste y en el que se localizan instalaciones militares, y en el de Kaj, en el centro, la zona más castigada el viernes y símbolo del poderío del Irak moderno.Seis más se distribuían por distintos puntos de la ciudad, según pudieron comprobar los periodistas desde el hotel Palestina, en el margen occidental del río Tigris y cerca del núcleo urbano.Los nuevos ataques se registraron doce horas después de que la pasada madrugada cientos de misiles demolieran una veintena de edificios gubernamentales en un bombardeo aéreo que según los pobladores no tiene precedentes.De acuerdo con las autoridades, tres personas murieron y 218 fueron heridas por la ofensiva, que tuvo como objetivo sólo sedes oficiales pero cuyo poder destructor en esos blancos fue mayor que el que se produjo durante la Guerra del Golfo de 1991.Los palacios presidenciales de Al Sadam, As Suyud y el conocido como Republicano, que alberga la jefatura del estado, aparecieron esta mañana con los muros destruidos, los cristales rotos y algunas de sus secciones reducidas a pedazos.También fueron alcanzados el ministerio de Planificación, por segunda vez en menos de 24 horas, la presidencia del gobierno, la academia general de la policía, el departamento de ingeniería de la presidencia y al menos una docena de otras instancias del régimen.Los habitantes pudieron comprobar esta mañana los destrozos después de que muchos contemplaran anoche desde los jardines y los tejados de sus casas de la periferia la lluvia de fuego sobre el barrio de Kaj."No señale con el dedo las construcciones destruidas", advirtió el conductor del automóvil en que viajaban varios periodistas extranjeros por esa zona, donde se concentra el mayor numero de edificios oficiales."No les gusta ", explicó tras mirar por el retrovisor a izquierda y derecha para asegurarse de que el gesto no había sido visto por los militantes del gobernante partido nacionalista Baaz, que merodeaban armados de "kalashnikov".Las autoridades organizaron una visita de periodistas al hospital universitario de Al Mustansiriya, próximo al centro de la ciudad ydonde afirmaron que anoche habían ingresado mas de un centenar de heridos en las primeras horas tras el bombardeo.Asimismo, dijeron que a la clínica fue trasladada una persona ya cadáver, y que de madrugada habían fallecido otras dos que no sobrevivieron a las heridas.Abas Ali, un niño de cuatro años, convalecía allí con quemaduras en el 85 por ciento de su cuerpo.Los funcionarios que permanecían a la vera de la cama aseguraron que había sido alcanzado por el incendio provocado por una bomba caída en el cercano barrio de Al Resaila.Otra víctima, Tahar Mishar Yabar, de cuarenta años y que un funcionario presentó como taxista, mostraba el rostro ensangrentado y varios vendajes en el abdomen."Se encontraba sentado en su casa" y por el impacto del misil no recuerda nada más, sufre amnesia", afirmó el funcionario.Pese a la insistencia oficial en que las fuerzas norteamericanas no distingue entre objetivos civiles y militares, la población ha comenzado a perder el miedo a los ataques tras comprobar que, en contra de los que ocurrió hace doce años, las centrales eléctricas, las plantas de agua y las instalaciones de servicios no figuran esta vez como blanco.



