El Papa ruega por la paz desde la ciudad donde vivió la guerra
El Papa Juan Pablo II hizo el sábado un contundente llamado para poner fin a la guerra y el sufrimiento en todo el mundo, en un sermón desde la ciudad donde sufrió la represión nazi.
CRACOVIA, Polonia.-- - El Papa Juan Pablo II hizo el sábado un contundente llamado para poner fin a la guerra y el sufrimiento en todo el mundo, en un sermón desde la ciudad donde sufrió la represión nazi.El Papa regresó a su Polonia natal por novena vez para pasar cuatro días en Cracovia, donde en la Segunda Guerra Mundial fue un trabajador forzoso de las fuerzas de ocupación alemanas y donde, como sacerdote, resistió a décadas de opresión comunista.El anciano Pontífice eligió el tema de la misericordia y el perdón para la homilía de su primera misa en este viaje, que para él estará lleno de momentos de nostalgia.Dada su avanzada edad, esta puede ser la última visita de Juan Pablo II a su tierra natal."El mundo de hoy necesita enormemente la misericordia de Dios", dijo el Papa durante la ceremonia de consagración de una nueva iglesia en las afueras de Cracovia, en el sur del país."En cada continente, desde la profundidad del sufrimiento humano, parece surgir un llanto por el perdón", dijo el Santo Padre, de 82 años.La nueva iglesia, de concreto, con forma de barco rompiendo las olas, está dedicada a Santa Faustina, una mística monja polaca que murió en 1938, y tiene un especial significado para el Papa.De joven, el Pontífice rezaba en una iglesia que había en ese lugar todos los días cuando iba a trabajar a una fábrica de refrescos requisada por la máquina de guerra nazi.La fábrica química Solvay es ahora un moderno complejo de cines, prueba de los cambios sufridos en Polonia en los 13 años desde el cambio del comunismo a la democracia de libre mercado que el liderazgo del Papa ayudó a inspirar.Tras sobrevivir a la horrible violencia del siglo XX europeo y ayudar a desencadenar los cambios revolucionarios de 1989 que llevaron esperanza a su tierra natal y al resto del este de Europa, el Papa sigue profundamente preocupado por la persistencia de la miseria."Donde se imponen el odio y la sed de venganza, donde la guerra lleva sufrimiento y muerte a los inocentes, se necesita la gracia de la misericordia para reconfortar las mentes y corazones humanos y para llevar la paz", dijo. NO SE RETIRARAEl Papa pareció en buen estado de salud cuando llegó el viernes, animado por la ruidosa recepción de una gran multitud en la ciudad que le convirtió en el hombre que cambiaría la historia tras su elección como Papa en 1978.El sábado, tras dormir en el palacio que fue su residencia como arzobispo de Cracovia, pareció cansado y frágil. Leyó todo el sermón personalmente, pero sin el mismo vigor que mostró al llegar.El Papa no hizo referencia a lugares de conflicto, pero ha mostrado una preocupación especial por la continua violencia en Oriente Medio y ha expresado su esperanza de que la palabra de Dios se oiga en un mundo estremecido por los ataques del 11 de septiembre contra Estados Unidos."La humanidad está experimentando desconcierto ante las muchas manifestaciones del diablo", dijo a los polacos, que le veneran por haberles guiado hacia la libertad y por confortarles durante la económicamente dolorosa transición desde el comunismo.La semana pasada, un periódico francés dijo que el Papa aprovecharía su regreso a su país natal para renunciar y retirarse a las montañas polacas de Tatra. Ningún Papa se ha retirado voluntariamente en siete siglos.



