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Kabul evita golpe, pero fuerzas internacionales están enojadas

Los habitantes de Kabul ni se inquietaron por un supuesto golpe de Estado, pero las fuerzas internacionales de paz en la capital afgana están contrariadas por el secreto que rodeó el caso.

KABUL.--- Los habitantes de Kabul ni se inquietaron por un supuesto golpe de Estado, pero las fuerzas internacionales de paz en la capital afgana están contrariadas por el secreto que rodeó el caso.
Mientras militantes del Talibán y Al Kaidah ofrecieron recompensas por matar a soldados extranjeros enviados para colaborar con el gobierno interino de Afganistán, la fuerza de 5.000 hombres que trata de mantener la paz en Kabul se mostró avergonzada, casi al límite del enojo.
"Si hubo un (intento de) golpe se nos tendría que haber puesto en aviso", dijo el teniente Tony Marshall, portavoz británico de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad Internacional.
"Si va a haber un golpe, entonces preguntaríamos ´por favor nos podrían avisar´", dijo a periodistas aludiendo a la necesidad de que el gobierno interino alertara a la fuerza internacional si tenía informes de que podía ser blanco de una intentona golpista.
Una de las principales misiones de la fuerza es proteger al líder interino afgano, Hamid Karzai, y si existe un eventual peligro contra su vida "nuestro apoyo estaría allí", explicó Marshall.
Dijo que el general británico Sir John McColl, al frente de la fuerza, tenía previsto reunirse con funcionarios de la administración de Karzai para discutir por qué razón no habían sido informados.
La fuerza internacional fue informada de que se planeaba un operativo para mantener el orden y hacer cumplir la ley, pero no sobre extensión ni de que era para conjurar una amenaza contra el gobierno de Karzai, dijo Marshall.
¿VINCULOS TALIBANES?
Autoridades afganas dijeron el jueves que habían frustrado un plan para asesinar a Karzai y al ex rey Zahir Shah en una campaña de bombardeos también dirigida contra las tropas estadounidenses y las fuerzas internacionales de paz.
El jefe de la policía de Kabul, el general Deen Mohammad Jurat, vinculó al supuesto cerebro del plan, el fundamentalista islámico Gulbuddin Hekmatyar, con el derrocado movimiento Talibán.
El mayor estadounidense Bryan Hilferty, portavoz de las fuerzas multinacionales que luchan contra los talibán y sus aliados de la red Al Kaidah, dijo el viernes que en la provincia oriental de Paktia circulaban volantes que ofrecían una recompensa a quienes asesinaran a soldados extranjeros.
Hilferty indicó que desconocía el monto exacto de las recompensas ofrecidas.
"Creo que es superior a los 1.000" dólares estadounidenses, dijo en Bagram, una base aérea construida por los soviéticos justo al norte de Kabul y que está siendo utilizada como base de operaciones de la fuerza multinacional.
"MAS SEGURO QUE EN MUCHOS AñOS
Hubo indicios de que el incidente fue una grieta interna entre los opositores políticos más que un intento por poner a riesgo la administración de Karzai, por lo cual los residentes de Kabul no se inquietaron.
"Ahora estamos en paz. Esta gente ya no cuenta más", dijo Abdul Rahman, un fabricante de alfombras de 50 años. "Las cosas son distintas en comparación a cuando vivíamos bajo el miedo de los soviéticos y del Talibán".
Por su parte, el portavoz principal de la fuerza, el teniente coronel Neal Peckham, dijo que ellos no tenían planes para reforzar la seguridad o para proteger la capital o sus propias tropas.

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