Bancos argentinos piden tranquilidad tras violentas protestas

BUENOS AIRES.--- Los integrantes de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) se mostraron el viernes preocupados por una serie de violentas protestas que realizan cotidianamente los ahorristas contra una serie de restricciones que les mantienen congelados sus depósitos. Tres veces por semana, cientos de manifestantes realizan cacerolazos frente a los bancos en el centro financiero de Buenos Aires, en los que destrozan sus fachadas y pintan sus paredes con consignas que reclaman la devolución de su dinero. "Esta violencia no proviene solamente de algunos ahorristas, angustiados por el "corralito" (restricciones bancarias) dispuesto por el Estado, sino también desaprensivamente desde sectores del ámbito político y mediático", señaló ABA en un comunicado publicado en los principales matutinos del país. Los ahorristas, que se organizan en forma espontánea, reclaman a los bancos que les devuelvan sus ahorros, luego de que el gobierno del ex presidente Fernando de la Rúa congelara en diciembre los depósitos para frenar una fuga de capitales que puso en riesgo el sistema financiero. La medida desató la furia de la población que a fines de diciembre protagonizó una masiva revuelta popular que forzó la renuncia de De la Rúa y luego de su sucesor, y que provoca protestas callejeras frente a los bancos. El actual presidente interino peronista Eduardo Duhalde devaluó la moneda local en un intento por reactivar la economía y decidió convertir a pesos los ahorros en dólares y devolverlos según un cronograma de pagos que comienza en el 2003, lo que enfureció aún más a los ahorristas. "El maltrato al personal, la destrucción de los edificios e instalaciones de los bancos y la difamación de sus directivos no solucionará la crisis, sino que la agravará sensiblemente, generando una lamentable imagen internacional que redundará en contra de nuestro país y de sus habitantes, empujándonos hacia el aislamiento", agregó el comunicado de ABA. Durante las manifestaciones, los ahorristas agreden verbalmente a los directivos y a los empleados bancarios, que los observan aterrados desde sus oficinas. ABA, integrada básicamente por bancos privados extranjeros y algunos pocos nacionales, llamó a generar un "clima de tranquilidad" para bajar el tono de las protestas.
"Ninguna economía compatible con la democracia prospera sin un sistema financiero sólido y estable", concluyó el comunicado.