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Avisos en EEUU apuntan a terroristas en Colombia

La campaña publicitaria contra las drogas, lanzada este mes en los medios de comunicación por la Casa Blanca, tiene un dramático mensaje: comprar drogas en Estados Unidos puede matar a una familia en Colombia.

WASHINGTON.---- La campaña publicitaria contra las drogas, lanzada este mes en los medios de comunicación por la Casa Blanca, tiene un dramático mensaje: comprar drogas en Estados Unidos puede matar a una familia en Colombia.
El propósito de los avisos es disuadir a los estadounidenses de consumir narcóticos, alegando que parte de los 66.000 millones de dólares que gastan anualmente en drogas va a financiar grupos terroristas enemigos de Estados Unidos.
Entre esos grupos, la Casa Blanca nombra a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y a Sendero Luminoso de Perú, que ha vuelto a surgir en zonas donde se cultiva coca.
La campaña pagada por la Oficina de Control Nacional de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) asocia directamente la lucha antinarcóticos con la guerra que libra Estados Unidos contra el terrorismo desde los atentados de 11 de septiembre, cometidos por fanáticos islámicos suicidas.
"Vinculamos los esfuerzos por prevenir el uso de drogas a los actos de terrorismo, especialmente en América del Sur, y específicamente en Colombia", dijo la portavoz de la ONDCP, Jennifer de Vallance.
Los anuncios reflejan el endurecimiento de la posición de Washington respecto a los grupos armados en Colombia, borrando la ya tenue línea divisoria entre la lucha antidrogas y el combate antisubversivo.
La campaña de avisos fue estrenada la noche del partido final del Super Bowl, el campeonato de fútbol americano, el 3 de febrero, sorprendiendo a la audiencia televisiva de unos 87 millones de personas.
Al día siguiente, el presidente George W. Bush pidió al Congreso, en su presupuesto del 2003, una partida de 98 millones de dólares destinada a equipar y entrenar una brigada del ejército colombiano para proteger un vital oleoducto de los repetidos ataques de la guerrilla izquierdista en Colombia.
COMBATE A LA SUBVERSION
Si el congreso aprueba el pedido de Bush, implicaría un paso más en el papel militar de Estados Unidos en Colombia, ya que abre la puerta a la ayuda militar para combatir directamente a la guerrilla. Hasta ahora esa asistencia militar se ha limitado a la lucha antidrogas.
Gran parte de los 1.300 millones de dólares aportados por Estados Unidos al Plan Colombia del presidente Andrés Pastrana se destinó a entrenar a una brigada especial del ejército y equiparla con modernos helicópteros Black Hawk para misiones en zonas de cultivos de drogas controladas por la guerrilla y grupos paramilitares.
El gobierno de Colombia ha querido usar esos recursos bélicos para enfrentar a los grupos armados directamente.
Aprovechando el clima antiterrorista que prevalece en Estados Unidos, Pastrana le pidió a Bush en noviembre, durante una visita a Estados Unidos, que autorice el uso de la asistencia militar para fines de seguridad más amplios en Colombia.
La respuesta fue un plan para sostener el entrenamiento de una brigada colombiana basada en Bucaramanga, al noreste del país sudamericano, cuya misión oficial será proteger el oleoducto Caño Limón, que transporta a lo largo de 700 kilómetros el crudo extraído por la empresa Occidental Petroleum de Los Angeles hasta un puerto del Caribe.
Esta infraestructura es vital para la economía colombiana, ya que el petróleo es una importante fuente de divisas. El oleoducto fue atacado 170 veces por la guerrilla el año pasado y pasó 266 días sin bombear crudo, lo que ocasionó pérdidas millonarias.
Según el embajador colombiano en Washington, Luis Alberto Moreno, el número de ataques armados ha aumentado en Colombia desde el 11 de septiembre, al parecer porque la guerrilla busca fortalecer su posición en la mesa de negociaciones del proceso de paz que aún intenta Pastrana.
"Nosotros quisiéramos usar el equipo militar recibido de Estados Unidos para la seguridad más amplia de Colombia", dijo Moreno, al señalar que el ejército de su país espera recibir de Washington apoyo de inteligencia sobre la guerrilla.
DROGAS FINANCIAN TERRORISMO
Analistas políticos en Washington, como Michael Shifter de Diálogo Interamericano, opinan que el pedido de 98 millones de dólares para proteger al oleoducto es un paso inicial orientado a ver cómo reacciona el Congreso y el público estadounidense.
Legisladores demócratas se oponen a la ayuda militar adicional, argumentando que las violaciones de los derechos humanos han empeorado en Colombia y que sigue vigente la vinculación entre paramilitares derechistas y el ejército.
La campaña de avisos contra el consumo de drogas podría ayudar a preparar el terreno borrando aún más la diferencia entre lucha antidrogas y el conflicto guerrillero.
Las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) figuran desde hace años en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado y los paramilitares de las AUC fueron agregados en septiembre.
Los avisos de la oficina antidrogas de la Casa Blanca aparecerán 300 veces hasta finales de marzo en televisión, radio y 293 diarios en todo Estados Unidos, con un costo de 10 millones de dólares.
"Hace años que sabemos de la violencia que ocurre en Colombia. Pero, desde el 11 de septiembre, el público estadounidense entiende el mensaje más que nunca", dijo De Vallance.
Según Moreno, los atentados con aviones secuestrados que destruyeron los rascacielos más altos de Nueva York y dañaron al Pentágono han creado más conciencia en Estados Unidos acerca de lo que pasa en otros países del mundo.
"Esto es muy importante para Colombia, porque se está reconociendo casa vez más que el consumo de drogas alimenta muchos de los actos de terrorismo y violencia en nuestro país", dijo el embajador colombiano.

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