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Sepultan a ministro afgano, continúan actos de violencia

El asesinado ministro afgano Abdul Rahman fue sepultado el sábado tras un cortejo fúnebre encabezado por el presidente provisional, Hamid Karzai, mientras nuevos actos de violencia en Kabul aumentaron los temores sobre la frágil seguridad del país.

KABUL.--- El asesinado ministro afgano Abdul Rahman fue sepultado el sábado tras un cortejo fúnebre encabezado por el presidente provisional, Hamid Karzai, mientras nuevos actos de violencia en Kabul aumentaron los temores sobre la frágil seguridad del país.
Varios cientos de soldados escoltaron el ataúd que llevaba el cadáver del ministro de Transporte y Turismo, cuyo asesinato fue organizado por otros funcionarios, en una "venganza política", según dijeron altos dirigentes del gobierno interino.
"Este incidente demuestra de nuevo que necesitamos salvarnos de la opresión de las pistolas y de la fuerza de los cuchillos", dijo Karzai a cientos de ciudadanos empapados por la lluvia que se congregaron en un cementerio público de las afueras de Kabul.
Arabia Saudita aseguró a Afganistán que entregará a tres funcionarios afganos considerados sospechosos, que huyeron a ese país después del asesinato, ocurrido el jueves por la noche en el aeropuerto de Kabul, dijo un funcionario estadounidense.
Otros tres sospechosos fueron detenidos en Afganistán.
Karzai dijo en una conferencia de prensa que tres funcionarios de los servicios de seguridad de Afganistán habían sido detenidas con relación al asesinato de Rahman.
"Hemos hecho ya varios arrestos y seguramente haremos algunos más próximamente", dijo el gobernante afgano.
El gobierno no dijo cómo fue asesinado Rahman, pero testigos dijeron que fue arrastrado fuera de un avión el jueves por la noche y golpeado hasta la muerte por una multitud enardecida en el aeropuerto internacional de Kabul.
"Este trágico incidente fue el resultado de una venganza personal y de hostilidades privadas de un grupo de personas. No tiene raíces políticas", dijo por su parte el ministro afgano de Información, Raheen Makhdoom, en la conferencia de prensa del presidente Karzai.
Rahman era una figura importante en la Alianza del Norte que domina el gobierno interino, pero después cambió su lealtad al derrocado rey afgano Zahir Shah.
A pesar de las declaraciones del gobierno afgano de que el asesinato se trató de una venganza personal, otros describieron el ataque como una advertencia a los que apoyan al ex monarca.
"Esto es una amenaza evidente contra los que apoyan al rey", dijo uno de los asistentes al funeral.
El ministro de Información expresó que tres funcionarios presuntamente implicados en el asesinato viajaron el jueves por la noche a Arabia Saudita en un avión que llevaba a peregrinos afganos para la anual peregrinación a la ciudad sagrada de la Meca.
Makhdoom identificó a los tres como el responsable de asuntos políticos del Departamento de Seguridad Nacional. general Abdulah Jan Tawhidi; el viceministro de Defensa para Asuntos Técnicos, general Qalandar Beg, y un abogado llamado Halim.
Todos los sospechosos forman parte de una poderosa facción de la Alianza del Norte que forma parte del gobierno provisional de Afganistán.
Karzai dijo que iba a adoptar una posición firme contra los que cometieron el asesinato y que, por primera vez en la historia reciente de Afganistán, altos dirigentes serían considerados los responsables directos de un acto de violencia.
El asesinato, un ataque contra fuerzas de paz internacionales y las escenas de caos en un partido de fútbol celebrado en la capital el viernes, subrayaron los graves problemas a los que se enfrenta el gobierno provisional afgano mientras lucha por reconciliar a grupos étnicos rivales y reconstruir el país, que se recupera de décadas de guerra.
Viejas rivalidades étnicas y tribales han retornado tras la caída del ex gobernante movimiento islámico Talibán y provocado sangrientas luchas en lugares donde organizaciones humanitarias han advertido que una creciente ola delictiva está amenazando sus esfuerzos por ayudar a millones de personas necesitadas en el devastado país.
CONTINUA LA VIOLENCIA
Un puesto de observación de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en la capital afgana, custodiado por soldados británicos, fue atacado el sábado por hombres armados no identificados, el primer ataque contra tropas extranjeras en Kabul.
Los paracaidistas británicos devolvieron los disparos y los atacantes huyeron en un vehículo, dijo el Jefe del Estado Mayor de la ISAF, coronel Richard Barons a los periodistas, y agregó que ningún militar resultó herido.
Más tarde, un equipo de investigación de la ISAF halló en la zona a un hombre muerto y a cinco heridos en una casa cercana, dijo Barons, quien no quiso especular si formaban parte de los atacantes ni precisar en qué lugar de Kabul sucedió el incidente.
"La situación está poco clara. Una persona está muerta, creemos que por heridas de bala..." agregó.
Este ataque ha sido el primero contra la fuerza internacional de seguridad, integrada por unos 4.000 efectivos de 17 países, que fue desplegada a finales de diciembre para ayudar a mantener la seguridad en Kabul.
El incidente ocurrió pocas horas después de que el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, abandonara Kabul tras reunirse con el presidente interino afgano, Hamid Karzai, con quien habló sobre la posible extensión del mandato de la ISAF por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
¿APARECE EL MULLAH OMAR?
Mientras tanto, informes de inteligencia indicaron que el fugitivo líder del derrocado movimiento Talibán, mullah Mohammad Omar, continúa escondido en una provincia de la región central de Afganistán, dijo el sábado un funcionario del gobierno provincial en Kandahar.
"Tenemos ciertos indicios sobre esto", dijo a periodistas Mohammad Yusaf Pashtoon, un funcionario de alto rango y asesor del gobernador de Kandahar, Gul Agha Sherzai.
"Omar continúa escondido en el mismo lugar. Pensamos que está en la zona noroeste de Uruzgán", dijo Pashtoon.
Uruzgán es una provincia enclavada entre Kandahar y Kabul, con muy pocos caminos y cuya geografía es de difícil acceso.
Omar escapó de Kandahar en diciembre, antes de que la ciudad cayera en manos de los enemigos del Talibán, y el nuevo gobierno interino ha estado tratando de localizarlo desde entonces.
Pashtoon dijo que el gobierno afgano está guiándose por los informes de inteligencia para dar con el paradero de Omar.
Agregó que hasta el momento no hay tropas estadounidenses en Uruzgán tratando de aprehender al líder supremo Talibán.

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