Presidente argentino dice que pronto se verá luz al final de túnel
El presidente argentino Eduardo Duhalde dijo que la economía, sumida en la peor crisis de la historia del país con índices de desempleo y pobreza en niveles récord, dará sus primeras señales de vida dentro de dos meses.
BUENOS AIRES.--- El presidente argentino Eduardo Duhalde dijo que la economía, sumida en la peor crisis de la historia del país con índices de desempleo y pobreza en niveles récord, dará sus primeras señales de vida dentro de dos meses."En dos meses aproximadamente se empezará a ver esa luz al final del túnel", explicó a un programa de radio el mandatario peronista, quien en apenas un mes y medio en el gobierno devaluó el peso, ordenó convertir a moneda local todas las tarifas y precios nominados en dólares e inició conversaciones con el Fondo Monetario Internacional por una ayuda financiera de emergencia.Aunque se mostró "optimista", Duhalde no explicó puntualmente cómo se reactivaría una economía estancada desde 1998 y que llegó a tal grado de descomposición que la recaudación impositiva del Estado viene cayendo a niveles de 20 por ciento mensual.En el proyecto de presupuesto para 2002 que el gobierno envió al Congreso se incluyó una meta de contracción económica para este año de 4,9 por ciento.Sin embargo, Duhalde se mostró confiado en que logrará traspasar un país ordenado al presidente que surgirá de las urnas en unos comicios de septiembre de 2003."Creo que la transición ordenará el país y lo pondrá en aguas calmas", explicó el presidente.Duhalde se hizo interinamente cargo de la presidencia argentina luego de que una revuelta popular alimentada por la crisis económica y un congelamiento de los depósitos bancarios obligara a renunciar a dos presidentes de la Nación en dos semanas a fines de diciembre.Su primera medida de gobierno fue el abandono del sistema de cambio fijo que durante más de 10 años rigió la vida de los argentinos, para adoptar un tipo de cambio flotante que ya provocó una devaluación del peso del orden del 50 por ciento.El gobierno apuesta a que la devaluación aliente las exportaciones argentinas, al tiempo que mantiene una prohibición para indexar salarios y tarifas de los servicios públicos del país para evitar un brote inflacionario, del que se empiezan a ver sus primeros coletazos en rubros sensibles como alimentos y fármacos.



