Internacional

Temor por creciente espiral de violencia en O.Medio

Dos mujeres israelíes murieron a consecuencia de las heridas recibidas el día anterior en un ataque palestino, sepultando así bajo una montaña de violencia y venganzas, las esperanzas de poner fin a un creciente baño de sangre en Oriente Medio.

JERUSALEN .--- Dos mujeres israelíes murieron a consecuencia de las heridas recibidas el día anterior en un ataque palestino, sepultando así bajo una montaña de violencia y venganzas, las esperanzas de poner fin a un creciente baño de sangre en Oriente Medio.
Israel prometió represalias y puso sus fuerzas en alerta ante la posibilidad de más ataques después del tiroteo del martes en la principal calle comercial de Israel. La policía mató a tiros al atacante, miembro del grupo Brigadas de Mártires Al-Aqsa.
El grupo dijo el miércoles que había concluido su represalia por la muerte de uno de sus dirigentes a manos de Israel y que renovaba su compromiso de tregua conforme a ciertas condiciones.
Sin embargo, un hombre que se identificó como el líder de las Brigadas dijo por teléfono a Reuters que el grupo, vinculado al movimiento Fatah del presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, reanudaría sus ataques si Israel no detenía de inmediato el "asesinato" de activistas y si Arafat continuaba sitiado por las fuerzas israelíes en su sede de Ramallah.
"Ahora las Brigadas de Mártires Al-Aqsa reafirman su compromiso con el alto el fuego del presidente Arafat (del 16 de diciembre), con la condición de que Israel detenga inmediatamente su política de asesinatos y lo declare públicamente, que levante el sitio impuesto al presidente Arafat y al pueblo palestino y ponga fin a la reocupación de nuestras ciudades", declaró.
Las Brigadas se adjudicaron la responsabilidad por los ataques más recientes que dejaron un saldo de 11 israelíes muertos desde que uno de sus dirigentes, Raed al-Karmi, murió por la explosión de una bomba a principios de este mes.
Fuentes de seguridad israelíes dijeron que Israel era responsable del atentado que acabó con la vida de Karmi, pero el Estado judío negó oficialmente tener responsabilidad en la muerte del dirigente palestino.
El atentado más reciente de las Brigadas ocurrió el martes, cuando un militante abrió fuego contra una multitud en la calle comercial más concurrida de Jerusalén. Dos personas murieron y 14 resultaron heridas.
Entre tanto, miles de palestinos marcharon el miércoles en la ciudad cisjordana de Naplusa en el funeral de tres de los cuatro militantes muertos el martes en un ataque israelí contra lo que el ejército de Tel Aviv dijo era una fábrica de explosivos del grupo militante islámico Hamas.
"¡Venganza, venganza, brigadas al-Qassam!", gritaba la multitud expresando su apoyo al ala militar de Hamas y mostrando sus puños cerrados en el aire.
Al tiempo que aumentaban las tensiones, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, dijo en Estrasburgo a una asamblea parlamentaria de los 43 países que conforman el Consejo de Europa, que "Arafat debe transformarse en un verdadero líder", y pidió a Estados Unidos y a Europa que desempeñen un papel más activo en la búsqueda de la paz en esa región del mundo.
"Arafat debe establecer su credibilidad. Ese es el problema más serio", dijo Peres.
"Si él no detiene el terrorismo, el terrorismo lo detendrá a él. Por eso le estamos pidiendo a Arafat que se transforme en un líder", agregó.
El enviado de las Naciones Unidas a Oriente Medio, Terje Roed-Larsen, urgió a ambos lados a revisar sus políticas "para evitar un desastre, con un masivo baño de sangre".
Daniel Kurtzer, el embajador estadounidense en Israel, apeló a los israelíes y a los palestinos para que se movilicen en aras de la paz y no esperen que Estados Unidos u otros mediadores sean los que pongan fin al conflicto.
"Si israelíes y palestinos no presionan a sus gobiernos para que lo resuelvan, no importa a quiénes tengan como tercera parte", dijo Kurtzer en un discurso en un centro que promueve el entendimiento entre árabes y judíos.
Rusia y Francia también expresaron preocupación por la situación, y el ministro de Relaciones Exteriores de España, Josep Piqué, quien acaba de regresar de la región, dijo en Madrid: "Esta es una espiral sin fin de la violencia, que ha llevado al proceso de paz a un callejón sin salida".
ATAQUES DE VENGANZA
Al menos 816 palestinos y 246 israelíes han muerto en la insurrección que estalló en septiembre del año 2000 tras el estancamiento de las negociaciones de paz.
Las dos mujeres judías que murieron el miércoles tenían 56 y 78 años, informó un portavoz del hospital. Israel dijo que respondería "apropiadamente".
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Richard Boucher, dijo que Washington planeaba enviar de regreso a la región a su enviado especial, Anthony Zinni, para que intentara lograr una tregua, aunque no ofreció fecha.
Zinni regresó a Estados Unidos el 6 de enero en medio de una corta tregua en la violencia.
Condenando el tiroteo en Jerusalén, Boucher dijo que Estados Unidos estaba exhortando a Arafat a desmantelar los grupos militantes.
Israel ha acosado el cuartel general de Arafat en Cisjordania con tanques y exigió el arresto de los asesinos de un ministro de su gabinete. Los palestinos dicen que Israel busca derrocar a su líder.

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