Empresarios aplauden "pesificación" de la economía argentina
La "pesificación" de la economía argentina fue aplaudida el lunes por los empresarios, para quienes la conversión de los depósitos y las deudas en dólares a la moneda local permitirá romper con casi cuatro años de recesión y estabilizar el país.
BUENOS AIRES.---- La "pesificación" de la economía argentina fue aplaudida el lunes por los empresarios, para quienes la conversión de los depósitos y las deudas en dólares a la moneda local permitirá romper con casi cuatro años de recesión y estabilizar el país.Contrariamente a lo que se esperaba, la población, que hasta ahora había resistido a cacerolazos el congelamiento de sus ahorros y la devaluación provocada por el abandono de la paridad del peso con el dólar, recibió con un total silencio la decisión, anunciada por el gobierno durante el fin de semana.Esta aparente anuencia de los argentinos, quienes a fuerza de manifestaciones, saqueos y destrucción de sucursales bancarias derribaron a dos gobiernos en el último mes, podría ser reforzada por una reforma que analiza el gobierno para reducir drásticamente los gastos políticos. ¿ADIOS A LOS DOLARES?"Estamos totalmente de acuerdo con que se pesifique totalmente la economía (...) Nos parece que esta solución nos va a dar una mayor posibilidad de comenzar a trabajar ya", dijo Juan Carlos Lascurain, titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos.El presidente Eduardo Duhalde anunció el sábado que las deudas contraídas en dólares -76 por ciento de un total de más de 74.000 millones de dólares- podrán ser abonadas en pesos, a un tipo de cambio aún no especificado. El mandatario también dijo que los 44.800 millones de dólares depositados en los bancos (un 65 por ciento del total de los depósitos), y que permanecen congelados en los bancos para evitar un retiro masivo y consecuente quiebra de los bancos, serán devueltos en pesos y no en la moneda estadounidense.Con las medidas, el gobierno busca recuperar la competitividad que perdió la economía por la fortaleza del peso, que estuvo atado durante una década a un dólar cuyo valor aumentó progresivamente, así como reimplantar los productos nacionales en un mercado saturado por las importaciones."Pesificar, inyectar dinero al mercado, producir el shock de la demanda y proteger a la industria, a la producción nacional, es el camino para ir sacando a la Argentina", dijo a una radio Osvaldo Cornide, presidente de una asociación que agrupa a pequeños comerciantes en todo el país.El ministro de la Producción, José Ignacio de Mendiguren, subrayó, sobre todo, el alivio que traía la "pesificación" para las pequeñas empresas."Las empresas pequeñas (...) todas quedaban en una situación terrible, ellos debían dólares pero recaudaban pesos", dijo De Mendiguren. "Estamos desesperados por volver a crecer, por tener una esperanza de dejar atrás los momentos que pasamos el año pasado".Los aplausos cosechados en el sector empresarial no se extendieron a las clases media y baja de la población, donde se temía una reacción violenta ante la nueva medida que, según todas las estimaciones, reducirá significativamente el valor de los ahorros.A la población tampoco pareció importarle que Duhalde, quien asumió el cargo en enero mediante el voto de una Asamblea Legislativa tras la renuncia de dos presidentes en 12 días, rompiera su promesa de respetar la devolución en dólares de los ahorros que estuvieran en esa moneda.Esta aparente tregua, en un país donde una de cada tres personas vive en la miseria y una amplia mayoría siente que tanto bancos como gobiernos de turno le ha robado, daría un respiro a Duhalde para plantear una reforma con la que pretende eliminar la mitad de los llamados gastos políticos del Estado. MENOS POLITICOS Y MAS DINEROEl gobierno trabaja en conseguir un convenio con las provincias para "reducir el costo de la política, aumentar la transparencia en el sistema electoral y obviamente en el funcionamiento de los partidos políticos", explicó el lunes el jefe del gabinete, Jorge Capitanich.La idea es acordar con las provincias que los gastos políticos no signifiquen más del 1 por ciento del presupuesto, lo que recortaría a la mitad los 2.000 millones de pesos (1.428 millones de dólares) que actualmente insumen las estructuras políticas de todo el país, según trascendió en diversos medios.Si Duhalde logra ese objetivo obtendría de inmediato, según encuestas, el respaldo de la mayoría de los argentinos muchos de los cuales canalizan su furia avergonzando con insultos y acusaciones a los políticos con los que se cruzan por las calles.Pero, además, ayudaría al gobierno a atacar el déficit fiscal, el gran talón de Aquiles de la economía argentina, para reducirlo, tal como prometió, de 12.000 millones de dólares que sumó en el 2001 a 1.928 millones para fines del 2002."El presidente ha dado instrucciones para identificar aquellas erogaciones que pueden ser susceptibles de eliminación o reducción con el objeto de que efectivamente el presupuesto 2002 sea un presupuesto tendiente al equilibrio y en el marco de la austeridad fiscal que la crisis argentina exige", aseguró Capitanich. ¿RECUPERACION DEL PESO?Gracias a una nueva intervención del Banco Central, el peso se recuperó levemente al abrir las operaciones el lunes, tanto en el segmento mayorista como entre los minoristas.En el primer caso el dólar se negociaba a 1,75/1,80 pesos contra el cierre de 1,90/1,95 del viernes, mientras en las pizarras de las casas de cambio la divisa rondaba los 1,70/1,90 pesos por dólar.La depreciación que sufrió el peso desde que el gobierno lo dejó flotar el 11 de enero, como parte de un sistema cambiario dual, propició que los inversores se volcaran al mercado de acciones donde el lunes, a las 1713 GMT, el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires registraba un alza de 15,11 por ciento, a 477,58 puntos.Desde que la bolsa reabrió el jueves de la semana pasada, las acciones principales acumularon un repunte de 44,8 por ciento.Sin embargo, el monto operado el lunes con acciones era escaso, equivalente a unos 6,4 millones de dólares."Creemos que la desesperación compradora de los inversores, que radica en la búsqueda de un refugio cambiario y al corralito (restricciones bancarias), podría comenzar a tornarse exagerada", pronosticó Rafael Ber, de Argentine Research.



