Internacional

Izquierda de A. Latina preocupada por designación de diplomático de EEUU

La designación de Otto Reich como jefe de la política del gobierno estadounidense para América Latina ha generado preocupación en la región, aunque sus ex enemigos de la Guerra Fría han mantenido silencio, aparentemente esperando tomar la mejor posición ante una situación adversa.

MEXICO DF.--- La designación de Otto Reich como jefe de la política del gobierno estadounidense para América Latina ha generado preocupación en la región, aunque sus ex enemigos de la Guerra Fría han mantenido silencio, aparentemente esperando tomar la mejor posición ante una situación adversa.
Reich, un cubano-estadounidense, es un agudo crítico del presidente cubano, Fidel Castro, y tuvo una actividad importante durante el mandato del ex presidente Ronald Reagan, en una estrategia contra el gobierno sandinista de izquierda de Nicaragua durante la década de 1980.
Esa campaña generó el mayor escándalo político de la presidencia de Reagan, cuando se descubrió que funcionarios del gobierno hicieron un trato secreto con Irán para el comercio de armas, a cambio de recursos que después se destinaron a los "contras" nicaragüense, violando las leyes de Estados Unidos.
Durante años, Reich fue considerado en Cuba y Nicaragua como uno de los arquitectos de los intentos de Washington por derrocar a sus gobiernos socialistas.
Y cuando el presidente estadounidense George W. Bush designó en marzo a Reich como su candidato para ser asistente del secretario de estado para asuntos del hemisferio occidental, un furioso Castro dijo que ello mostraba un desdén por la región.
"Ellos no pueden ocultar su evidente menosprecio hacia América Latina al proponer a un sórdido personaje con una mentalidad fascista", dijo.
Pero Castro ha sido mucho más discreto desde que Bush nombró el viernes de la semana pasada a Reich, bajo un recurso con el que evadió al Congreso, que había bloqueado su nominación durante meses, y asegurando que el nuevo funcionario estaría en el cargo al menos este año.
Ningún alto funcionario cubano ha hecho comentarios al nombramiento y la única referencia pública surgió en el diario oficial del Partido Comunista Cubano, Granma, en donde un columnista llamó a Reich un instrumento de un poderoso grupo anticastrista radicado en Miami.
Diplomáticos creen que Cuba ha mantenido reserva sobre Reich, en un intento por disminuir su disputa con el gobierno de Estados Unidos, una vez éste ha dado señales de posibles cambios para aliviar el embargo económico que mantiene sobre la isla.
Incluso en Nicaragua, líderes sandinistas buscan puntos de acuerdo, más que de disputa, con Washington.
"Las realidades mundiales han cambiado, y han cambiado los Estados Unidos y Nicaragua: la época de la Guerra Fría es época superada y hay situaciones en las que coincidimos", dijo Víctor Hugo Tinoco, ex subsecretario de Asuntos Externos bajo el gobierno sandinista, que estuvo en el poder de 1979 a 1990.
"Coincidimos en la lucha contra el narcotráfico, en la lucha contra el terrorismo y en la lucha contra el trafico de inmigrantes", agregó.
NO QUEMAR LOS PUENTES
William Goodfellow, director del Centro de Política Internacional en Washington, dijo que el silencio de los líderes de izquierda de América Latina sobre el nombramiento era entendible.
"Nadie quiere quemar los puentes. Están resignados a negociar con él (Reich) por lo menos este año, así que para qué hacer problemas", dijo Goodfellow.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuyas políticas populistas han enfrentado grandes protestas en su país y críticas en Washington, también ha mantenido silencio sobre el nombramiento, aunque pocos dudan que Reich, un ex embajador de estadounidense Venezuela, adoptará una línea dura con Chávez.
"Reich va a tener un nivel de tolerancia muy bajo con Chávez, porque Chávez representa las cosas que Reich combate", dijo Anibal Romero, un profesor de política en la Universidad Simón Bolívar en Caracas.
También se espera que Reich adopte una línea dura con la guerrilla de Colombia, donde Estados Unidos está desembolsando más de 1.000 millones de dólares, principalmente en ayuda militar, en una campaña contra los traficantes de cocaína.
Aunque se espera que Reich no modificará la actual política de Estados Unidos, tanto críticos como simpatizantes coinciden en que buscará imprimir su sello personal.
Su mayor reto podría ser con el Congreso, donde legisladores demócratas se han opuesto con firmeza a su nominación e incluso se molestaron con el nombramiento.
Los legisladores reclaman a Bush haber hecho la designación principalmente para calmar a la poderosa comunidad cubano-estadounidense en el estado de Florida, donde Jeb Bush, su hermano, buscará reelegirse como gobernador este año.
"Existen muchas dificultades en la región y es desafortunado que la política externa de Estados Unidos esté siendo sacrificada por una estrecha agenda en la política doméstica", dijo el senador Christopher Dodd, tras la designación de Reich.

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