El yoga más caliente, de moda en Estados Unidos
El 'Bikram yoga', conocido como 'yoga caliente', una variante de la disciplina oriental que se practica en habitaciones caldeadas a 40 grados, se ha puesto de moda en Estados Unidos, donde ya hay al menos 500 academias.
SAN FRANCISCO.--- El 'Bikram yoga', conocido como 'yoga caliente', una variante de la disciplina oriental que se practica en habitaciones caldeadas a 40 grados, se ha puesto de moda en Estados Unidos, donde ya hay al menos 500 academias.Si no fuera por los famosos que lo pusieron de moda -entre otros los cantantes Madonna y Michael Jackson, los actores Candice Bergen y Martin Sheen o el tenista John McEnroe- es probable que esta poco ortodoxa variante del milenario yoga hubiera pasado desapercibida, o hubiera sido considerada de locos.¿A quién, si no, se le ocurriría meterse durante 90 minutos en una habitación caldeada a 40 grados centígrados para tocarse la cabeza con los pies y practicar otra serie de equilibrismos empapado en sudor?Sin embargo, esta modalidad que el maestro yogui Bikram Choudhury creó a mediados de los 70, se ha ido abriendo camino y consolidándose poco a poco en EEUU, hasta convertirse hoy en una de las más populares.En California, el estado donde goza de más éxito, hay 39 estudios de 'Bikram yoga', según los datos ofrecidos por la propia escuela.En principio, el 'yoga sauna' no tiene aspecto de ser una actividad muy apetecible. Basta imaginarse lo que sería hacer ejercicio dentro de un coche cerrado a pleno sol de agosto.Pero Bikram Choudhury, que es al yoga lo que en sus tiempos fue Jane Fonda al aeróbic, se ha encargado de venderlo bien y resaltar sus cualidades.Choudhury asegura -y ningún experto lo pone en duda- que el calor ayuda a los músculos a relajarse, de manera que el cuerpo puede flexionarse sin sufrir lesiones.Aunque doblarse como un espagueti cocido requiere su tiempo, en estas condiciones un mayor grado de flexibilidad está al alcance de cualquiera que tenga el suficiente tesón, sin importar la edad o la condición física, asegura Choudhury.Este maestro yogui procedente de la India es un antiguo atleta olímpico que quedó lesionado a los 20 años mientras levantaba pesos. A partir de entonces comenzó desarrollar esta nueva modalidad de yoga, en la que, asegura, "nada queda al azar", y en la que se trabajan todos los músculos del cuerpo.Choudhury montó en 1974 su estudio en Beverly Hills (Los Angeles) y poco a poco atrajo la atención de los famosos, lo cual contribuyó a hacerlo tan popular como es ahora.Sus clases, que duran 90 minutos en los que se practican 26 posturas o 'asanas' sin música ni meditación y siempre en el mismo orden, son efectivas para reforzar y rejuvenecer el cuerpo y la mente.Pero el maestro Choudhury, de 55 años, no sólo habla de flexibilidad, fuerza y equilibrio a través del yoga, que son conceptos conocidos.También asegura que las clases son efectivas para remediar enfermedades o males tan variados como el colesterol, la diabetes, el asma, la hipertensión, el insomnio o hasta el sida, aseveración esta última que ha hecho enfadar a más de un científico.Nada de esto está comprobado científicamente, pero lo que sí es cierto es que los practicantes pueden ahorrarse una sesión de gimnasio, otra de sauna y las clases de yoga tradicional, puesto que con Bikram lo tienen todo en uno."Yo lo sustituyo por la clase de aerobic", dijo a EFE Teresa Bouza, quien descubrió esta modalidad de yoga recientemente en Nueva York. Aunque desde entonces se ha hecho asidua, Bouza asegura que "no es para enclenques".Aguantar cada una de las 26 posturas durante 60 y 30 segundos (la primera y la segunda vez) requiere fuerza y concentración y, como muchos otros practicantes, Bouza no aguantó los 90 minutos de la primera clase y tuvo que salir a respirar aire fresco.Con todo y a pesar de que los aspectos espirituales, como la meditación, asociados a la disciplina milenaria no parecen andar muy de la mano del 'yoga sauna' y a pesar del calor y demás infortunios, Bouza está satisfecha: "Al principio es un infierno, pero luego te sientes la mar de bien". Pues bueno.



