Periodistas rechazan secuestro de colega por la guerrilla del ELN

BOGOTA.--- Los periodistas del privado canal de televisión colombiano RCN rechazaron este jueves el secuestro de su compañero Andrés Gil y del camarógrafo Gustavo González, por parte de un frente del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el departamento de Antioquia.
"Los periodistas no podemos desarrollar nuestra labor periodística si somos coaccionados o nos vemos expuestos a situaciones que vulneran nuestra condición de hombres y mujeres libres", declararon en un comunicado los reporteros del canal para el cual trabajan los secuestrados.
Por su parte el director del teleinformativo, Alvaro García, advirtió sobre la gravedad que para la libertad de prensa colombiana tiene el hecho de que "la publicación o no de una información se convierta en argumento para privar de la libertad a un comunicador".
García se refirió así a las declaraciones del comandante "Timoleón", jefe del frente guerrillero del ELN, quien en comunicación telefónica con las directivas del canal argumentó que "el secuestro obedeció a la omisión por parte de los medios de comunicación de las denuncias que ellos han hecho sobre violaciones de derechos humanos por parte del Ejército en la población de Aquitania (Antioquia)".
Según Timoleón, "la retención de los periodistas es indefinida" y aunque no lo puso como condición a su liberación, pidió que a Aquitania acuda una comisión humanitaria a comprobar sus denuncias, agregó García.
El equipo periodístico de RCN, acompañado por un conductor del canal que al parecer fue dejado en libertad, se encontraba en la región cubriendo la información sobre el bloqueo de la carretera Bogotá-Medellín que el frente rebelde realizó el miércoles, quemando además en la vía 15 camiones, según informó el Ejército.
El año pasado en el departamento de Valle (suroeste) el ELN secuestró también al reportero gráfico de una agencia de noticias, en rechazo a la publicación de unas fotografías suyas relacionadas con un secuestro masivo.
El ELN, la segunda fuerza guerrillera en importancia del país, con unos 5.000 combatientes, lleva a cabo "contactos de aproximación" con el Gobierno del presidente Andrés Pastrana, encaminados a iniciar un proceso de paz que hasta ahora no ha sido posible por las acciones violentas del grupo insurgente.