El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, tira la toalla

NUEVA YORK, Mayo 19 (AFP) - Tres semanas después de que fuera diagnosticado con un cáncer de próstata, el alcalde republicano de Nueva York, Rudolph Giuliani, anunció este viernes que renuncia a la pelea por una banca en el Senado, que lo iba a oponer a Hillary Clinton.
Giuliani, de 55 años, atribuyó a "razones de salud" su decisión de poner fin a sus aspiraciones de convertirse en senador por Nueva York en las elecciones del 7 de noviembre. "No creo que sea el momento para presentarme", dijo el alcalde.
Giuliani afirmó que su combate principal "será contra el cáncer", y que piensa darle prioridad a su salud, y a las "cosas importantes en la vida". Y "la política no es una de ellas", dijo el que era considerado hasta poco uno de los más ambiciosos político en Estados Unidos.
"Rudy", como lo llaman los neoyorquinos, afirmó que seguirá siendo jefe de la ciudad, que ha gobernado como mano de hierro durante los últimos siete años, a la que dijo que "ama".
La decisión de Giuliani era esperada desde hace 23 días, cuando anunció que padecía de un cáncer de la próstata, la misma enfermedad de la que falleció su padre.
La primera dama de Estados Unidos, Hillary Clinton, que también se presenta al puesto de senador por el Estado de Nueva York, deseó una "rápida recuperación" a Giuliani.
Además de sus problemas de salud, Giuliani tiene problemas conyugales. Hace unos días, anunció que se separaba de su esposa, Donna Hanover, y admitió que desde hace varios meses tenía una relación con una neoyorquina divorciada, Judith Nathan.
Pero, a menos de seis meses de que se celebren las elecciones, el retiro del alcalde, que era el candidato favorito de los republicanos para hacer frente a la primera dama, deja al partido republicano sin un claro candidato en Nueva York, donde se dirime uno de los comicios más importantes de las elecciones del 7 de noviembre.
Hillary Clinton fue declarada el miércoles por unanimidad candidata del Partido Demócrata para el prestigioso escaño de senador por Nueva York, que dejará vacante el demócrata Patrick Moynihan, y que ha estado en manos de demócratas durante los últimos 22 años.
Giuliani, que ha recaudado más de 20 millones de dólares para estas elecciones, había pedido que necesitaba tiempo para examinar con sus médicos cuál debía ser el tratamiento médico más adecuado y si podía lanzarse en una campaña, que se anunciaba como una de las más difíciles, duras y caras en la historia de Estados Unidos.
Los republicanos neoyorquinos, que deben confirmar a sus candidatos en una convención que se realizará el próximo 30 de mayo, deberán ahora lograr un consenso, entre la media docena de nombres que han mostrado interés por el cargo.
El gobernador de Nueva York, George Pataki, que sería el favorito, después de Giuliani, ha indicado que no va a lanzarse en la campaña por el Senado.
El anuncio de Giuliani se produjo pese a que las las últimas encuestas, publicadas esta semana, señalan que sus problemas de salud y matrimoniales no habían afectado su popularidad. Según los sondeos, Giuliani se encuentra prácticamente empatado con Hillary en las intenciones de voto.
El principal problema que tendrá el candidato republicano que resulte es recaudar en muy poco tiempo el dinero necesario para la campaña, que en Nueva York se calcula que no puede ser menos de los 15 millones de dólares, según analistas.
El miembro de la Cámara de Representantes Rick Lazio, joven estrella ascendente del Partido republicano en el Estado, debería de anunciar este viernes su candidatura.
Entre uno de los nombres que más suena, además del de Lazio, es el del financiero Ted Fortsmann, con una fortuna personal de unos 925 millones de dólares.