Murio el arquero de Brasil en el Maracanazo
El ex futbolista brasileño Moacir Barbosa, portero de la selección que perdió la final del Mundial de 1950 frente a Uruguay en el estadio Maracaná, falleció a causa de complicaciones derivadas de un derrame cerebral que sufrió el pasado miércoles, informaron hoy sus familiares.
SANTOS - El ex futbolista brasileño Moacir Barbosa, portero de la selección que perdió la final del Mundial de 1950 frente a Uruguay en el estadio Maracaná, falleció a causa de complicaciones derivadas de un derrame cerebral que sufrió el pasado miércoles, informaron hoy sus familiares.Barbosa, a quien sus compatriotas conocieron durante años como "el portero maldito", murió cerca de la medianoche de ayer, viernes, en el hospital Santa Casa de Praia Grande, en Santos, a los 79 años.El ex portero había sido ingresado el pasado miércoles en grave estado a causa de un derrame cerebral y el jueves los médicos del hospital informaron de que había entrado en coma y que su estado era irreversible.Barbosa fue considerado como uno de los mejores porteros del país en su época, pero tuvo el paradójico infortunio de defender a la selección el día más triste que recuerde el fútbol brasileño.Fue en la final del Mundial de 1950, cuando Brasil saltó como favorito absoluto al recién inaugurado estadio Maracaná para enfrentar a Uruguay.La condición de local y una campaña impecable inclinaban la balanza a favor de los brasileños, que hasta ese momento no habían ganado ninguno de los cuatro títulos mundiales que ostentan hoy.Los locales respondieron a ese favoritismo y se adelantaron con un gol de Albino Fraca, pero a media hora del final Uruguay igualó a través de Juan Alberto Schiaffino y sembró el temor en el Maracaná.El para entonces mayor estadio del mundo cayó en un silencio de cementerios en el minuto 79, cuando Edgar Alcides Ghiggia dejó en su camino a dos defensas y disparó desde un cerrado ángulo para anotar el gol de la victoria uruguaya, que para muchos brasileños contó con la complicidad de Barbosa, que dejó escapar un balón que botó frente a sus manos."Sólo seré absuelto por la justicia divina, porque por la de los hombres sé que seré un eterno condenado", solía repetir Barbosa a quien le preguntaba por aquel gol.Barbosa nació en 1921 en Campinas, en el interior del estado de San Paulo, pero vivió sus mejores épocas en el fútbol en Río de Janeiro, defendiendo la portería del Vasco da Gama.Con ese equipo ganó los campeonatos cariocas de 1947, 1949, 1950, 1952 y 1953 y desde allí se marchó al Campo Grande, en el que acabó su carrera en 1962.La última vez que estuvo cerca de la selección brasileña volvió a sentir el desprecio eterno que le valió el gol de Ghiggia.Fue en 1993, cuando la selección se entrenaba para jugar contra Uruguay un partido de las eliminatorias para el Mundial de EEUU. El ex portero fue invitado por un canal de televisión a comentar los preparativos, pero un directivo de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ordenó que fuese expulsado del campo de entrenamientos."Lleven lejos a este hombre, que sólo trae mala suerte", dijo el directivo de la CBF, cuyo nombre jamás fue revelado porque el propio Barbosa lo pidió."Olvidemos esto, aunque cuando no hay memoria, por lo menos debía haber respeto", comentó entonces Barbosa, quien se marchó del campo de entrenamientos y nunca volvió a acercarse a un estadio donde se presentase la selección brasileña.



