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PINOCHET, EL HUESPED INDESEABLE QUE SOÑABA CON VOLVER A CASA COMO SI NADA

El ex dictador Augusto Pinochet, sus partidarios e inclusive el gobierno de su pais que envió un avión a Inglaterra, albergaron esta semana la esperanza de que podría retornar a Chile, pero la justicia británica se lo impidió, prolongando "sine ...

El ex dictador Augusto Pinochet, sus partidarios e inclusive el gobierno de su pais que envió un avión a Inglaterra, albergaron esta semana la esperanza de que podría retornar a Chile, pero la justicia británica se lo impidió, prolongando "sine die" su reclusión en la ya célebre cárcel dorada de Surrey.

A los 83 años, ligeramente encorvado y como ex militar, intransigente y de "fuerte carácter" -como lo describiá el diputado derechista Francisco Pratt- Pinochet sufre en carne propia desde el 16 de octubre de 1998 la falta de libertad que padecieron miles de sus compatriotas, tras aquella mañana del 11 de septiembre de 1973, cuando sus tanques atacaron el Palacio de La Moneda.

"Lo encontramos fuerte en su carácter, en su estado de ánimo, como él es; yo diría que es estimulante para los chilenos que hoy día están esperando con gran aprehensión este fallo, saber que el general afectado, que el ex presidente Pinochet está bien, entero. Naturalmente, está esperando con ansiedad este fallo", dijo Pratt el martes.

"Está evidentemente preocupado, no podríamos decir que está indiferente, está preocupado por lo que pueda suceder mañana, ya que tiene muy claro que si el fallo le es adverso, las cosas se van a poner muy complicadas", declaró, despues de visitarlo la diputada derechista Maria Angelica Cristi.

Sus familiares mas cercanos tambien estan "presos" con él, mientras lo acompañan en la mansión de las afueras de Londres, alquilada a precio de oro por la fundación creada por sus partidarios, gente "agradecida" que según el diario francés Le Monde, se enriqueció cuando él estaba en el poder.

Ya no hay mas imágenes del ex dictador, ya no puede amenazar ni conceder entrevistas. La televisión britanica, cuando presenta ahora informes sobre su caso, suele transmitir una grabación de remotas épocas, en la que se le ve en un suburbio londinense, como un apacible jubilado, comprando los diarios como si nada.

Tras conocerse el fallo de los lores, el miércoles anterior, su hijo, Marco Antonio Pinochet Hiriart, dejó traslucir de alguna manera su amargura y la gran frustración de no poder ordenarle a un taxi: "!rápido, al aeropuerto de Heathrow !".

"Es un juicio injusto, la decisión no es una victoria, pero él está tranquilo", declaro el heredero del ex dictador.

Los parlamentarios de derecha que llegaron esta semana a Londres para "hacer presencia", y lo visitaron, dieron a entender, pese a que decían lo contrario, que estaba minado por la espera, por su impotencia ante las decisiones jurídicas internacionales que pesan mas que "la inmunidad soberana" chilena a la que aspira.

"Puede que esto se alargue indefinidamente. Y ya se sabe que lo peor es la espera, cuando no se sabe lo que va a pasar", había dicho también la diputada Cristi, tras conversar con él y oirle decir que pasaba el tiempo tratando de leer y de escribir sus memorias.

El Daily Telegraph, en un reportaje reciente, decía que, coherente con su disciplina militar, Pinochet se levanta temprano, toma un desayuno frugal y comienza la lectura minuciosa de la prensa, que luego completa con consultas a Internet, buscando todo lo relacionado con él.

Sus visitantes -amigos políticos llegados de Chile, diplomáticos, oficiales o thatcheristas ultrajados por la suerte reservada a "un amigo de Gran Bretaña"- son recibidos en el salón principal de la residencia.

El diario británico escribía también que Pinochet pasa muchas horas sentado en un sillón, con un aire de terrateniente británico, vestido con su chaqueta de "tweed".

Seguro mira también la television y escucha los clamores de las miles de personas que desean, en el mundo entero, que sea juzgado. ÑQué piensa de noche? ÑTiene remordimientos ? ÑPesadillas? ÑSe desvela?.

Muchos de los centenares de chilenos que madrugaron el martes pasado para plantar unas frágiles y dolorosas cruces en la hierba "extranjera" de Parliament Square, se vieron obligados a expatriarse cuando Pinochet manejaba Chile con mano de hierro.

Es decir, debieron renunciar al simbolismo de la patria, a esa "soberanía nacional" tan invocada por el ex dictador y sus abogados, para salvar su pellejo

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