Las versiones encontradas sobre la tragedia en Putumayo
El Ejército dice que iban por delincuentes armados. Indígenas dicen que estaban en una reunión social
La Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana denunció que las 11 personas que murieron en un operativo militar en Puerto Leguízamo, en el Putumayo, eran civiles y no guerrilleros. Caracol Radio 6AMconoció dos versiones opuestas sobre lo que pasó el día de la operación, el pasado lunes 28 de marzo. Lo único en lo que coinciden las dos historias es en el objetivo de los militares: Carlos Emilio Loaiza, alias Bruno, jefe de finanzas del grupo Comandos de la Frontera, que opera en alianza con la Segunda Marquetalia. Una fuente que pidió mantener su anonimato le dijo a Caracol Radio que la unidad militar llegó a la zona acompañada de varios agentes del CTI para ejecutar una orden de captura en contra de Bruno.
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En la zona, según esta primera versión, el Ejército comienza a armar un cordón de seguridad para ejecutar la orden de captura, hasta que comprende que el comandante no está en el lugar. Hasta acá, dice la fuente, todo es claro. Luego, nadie sabe muy bien qué pasó. El Ejército comenzó a disparar porque, según la versión de los militares, los estaban atacando con armas de fuego. Murieron, entre las 11 personas, el presidente de la junta de acción comunal, Divier Hernández; su esposa, Ana María Sarria y el gobernador indígena Pablo Panduro, así como un adolescente de 16 años. En la zona, según cuentan, había una celebración que duró 3 días, con torneo de fútbol organizado por la comunidad.
La fuente le explicó a Caracol Radio que “muchas de estas celebraciones son también aprovechadas por los grupos ilegales para acercarse a la comunidad, y pueden anunciar que van a regalar algo, como una gallina o alguna otra cosa”. De hecho, dice la fuente, los "bazares y torneos de fútbol" a veces son realmente organizados, con presiones, por la estructura criminal Carolina Ramirez o Los Comandos. “Allí es donde se aprovecha para cuadrar las cuentas de la venta de pasta base (de coca) y cristal y los miembros de los grupos salen a festejar y beber. Al parecer este bazar fue presionado por Comandos de la Frontera”.
La gran duda es cómo, y por qué, comenzó el enfrentamiento, según se desprende de esta primera versión de lo que pudo pasar. Al final, el CTI, dice la fuente, se negó a hacer el levantamiento de los cadaveres. “Ellos dijeron que iba a una captura, y que no pueden tocar los cuerpos”. Finalmente, ante la dificultad de comunicarse en una zona en la que no hay señal de celular, deciden levantarlos, llevarlos primero a Puerto Asís y luego a Mocoa.
La segunda version, que le dio el Mayor general Juan Carlos Correa Consuegra,
Comandante de la División Asalto Aéreo, a 6AM de Caracol Radio, es completamente distinta. Explica que la operación se hizo, en buena medida, por una alerta temprana de la Defensoría del Pueblo que advirtió de la violencia ejercida por esta estructura ilegal en esa zona del Putumayo. La operación, dice el general, comenzó a las 6:30 de la mañana del lunes, y añade: “nadie hace una fiesta a esa hora. Ahí no había ningún bazar”. Dice que, cuando entran en combate, porque los reciben con disparos, se procede a llamar al CTI y a unas tropas de apoyo. En los combates, dice el general, hay 4 civiles heridos que son tratados por la tropa y llevados a centros médicos. Además, reitera que el ejército le entregó al ICBF una menor de edad que está embarazada y que tenía una herida de bala en su abdómen.
Cuando se le preguntó más en detalle por los combates, el general dice que hay un soldado herido que tenía una lesión arterial en un brazo. “Al soldado lo traen a Bogotá e inmediatamente ingresa a cirugía por el impacto de bala en el brazo. Ese militar dice que quien le disparó fue un civil, que estaba armado”. El general explica también que la estructura armada pensó, inicialmente, que era otro grupo el que estaba tratando de entrar a la zona. “Hay una confusión de parte de ellos. Al principio pensaron que eran otros bandidos tratando de quedarse con la ruta de droga que ellos cuidan. Porque lo que siempre pasa, cuando saben que es el ejército, es que salen corriendo. Esta vez reaccionaron”. El general Correa, preguntado por la posibilidad de que alguno de los muertos no tuviera ningún vínculo con el grupo ilegal, responde: “no lo podemos descartar, no, y esa investigación es la que tiene que hacer el CTI de la fiscalía”.