Hernández, ¿un alcalde equivocado?

Faltando treses meses y medio para cumplir su período, renunció el alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, quien hizo el anuncio desde una clínica a donde llegó a urgencias tras ser notificado de una nueva suspensión del cargo.

La sanción de la Procuraduría esta vez es por participar en política tras haber pedido que votaran “por un alcalde de los ciudadanos”, lo cual fue entendido como un mensaje en favor del candidato Juan Carlos Cárdenas, del movimiento Ciudadanos Libres.

Hernández ya había sido sancionado por 2 meses, en marzo, por irrespeto a un funcionario de la administración municipal al que acusó sin pruebas de corrupto, y además en mayo el Consejo de Estado le confirmo la sanción por tres meses por agresión física y verbal contra el concejal John Claro.

Fue elegido por el movimiento “Lógica, Ética y Estética”, pero su hijo estuvo enredado con el contratista del relleno sanitario de la ciudad y por eso la Procuraduría le abrió pliego de cargos. Además se metió en polémicas por opiniones desacertadas sobre las madres venezolanas y sobre las trabajadoras sexuales de Puerto Wilches.

Efectos del populismo

Según Diana Giraldo, directora de Vanguardia, Rodolfo Hernández sacó de la alcaldía a quienes tenían parcelado el control de la ciudad y rompió el manejo de los políticos tradicionales.

Pero al mismo tiempo hubo una serie de escándalos y ruidos que opacaron su gestión. “No logró consolidar un equipo de trabajo. Se enredó en los constantes escándalos” dijo desde Bucaramanga.

La periodista dice que el alcalde de cierta manera estaba haciendo cosas para señalar su candidato para sucederlo.

Rafael Nieto, abogado y columnista, dice que le chocaba del alcalde Hernández su proclividad a violar las normas y la ley, en una actitud un tanto soberbia que daba la sensación de que a él no se le aplicaba las normas que se le aplican al resto.

Sospecha que el alcalde haya renunciado para salir a hacer campaña por su candidato a sucederlo.

Francisco Bernate, profesor universitario y director de la Hora Judicial, asegura que gobernantes como Hernández conectan bien con el ciudadano promedio que termina apoyándolos en propuestas como la pena de muerte.

“Estos candidatos alternativos tienen que mostrarse como algo más que un antisistema”, dice. Señala, sin embargo, que los discursos antipolítica en Colombia no siempre ha salido bien.

Camilo Granada, consultor independiente, señala que el alcalde era un iconoclasta con mezcla de populismo, cuyo caso no solo se ve en Colombia sino en otros países de Europa y aun EE.UU.

“Esto no es solo en Colombia, el gobernar cada vez se ha vuelto más complejo. No se lograron mayorías para hacer cosas sino minorías para bloquear” considera en su análisis.