Nueva Torre de El Dorado genera riesgo menor para la operación aérea: experto controlador
Daniel Rangel dice que las juntas de los vidrios causan incomodidad para ver los aviones, pero es un tema subsanable.
Daniel Rangel, nueva torre de control del Dorado
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El controlador aéreo Daniel Rangel, quien tiene 20 años de experiencia como trabajador de la torre de control del Aeropuerto El Dorado de Bogotá, explicó que los problemas de visibilidad por la ubicación de las juntas de los vidrios en la nueva torre, son subsanables y no generan problemas en la operación, aunque aclaró que es necesario solucionarlos, para lo cual existen varias opciones.
“Se puede elevar el piso o cambiar los vidrios y elevar las juntas, cualquiera de las soluciones está en manos del director de la Aeronáutica Civil”.
Sin embargo, Rangel explicó que no todas las soluciones se pueden adelantar, sin alterar el curso de la operación de la torre, pues elevar el piso se podría lograr en medio de las jornadas, pero cambiar los vidrios implicaría parar las labores, circunstancias que deben tener en cuenta la hora de tomar una decisión.
El controlador añadió que la consecuencia de trabajar mientras las juntas de las ventanas dificultan la operación, es que se pueda perder de vista una aeronave por tres o cuatro segundos, riesgo que en cualquier caso, no vale la pena tomar.
