Justicia

Cartagena de Indias

Leonardo: 16 años desaparecido y una familia con la fe intacta

El adolescente fue visto por último vez el 4 de julio del 2005, cuando disfrutaba de un baño de mar en Bocagrande

El adolescente fue visto por último vez el 4 de julio del 2005, cuando disfrutaba de un baño de mar en Bocagrande

El adolescente fue visto por último vez el 4 de julio del 2005, cuando disfrutaba de un baño de mar en Bocagrande(Caracol Radio Cartagena)

Cartagena de Indias

"Yo sé que mi hijo está vivo, sueño mucho con él". Las palabras de Rubiela Vergara, madre de Leonardo Estiven Garcés, parecieran ser una luz de esperanza en medio de tanta tragedia.

El pasado 4 de julio de 2005, este adolescente jugador de fútbol y quien tenía 13 años en el momento de los hechos, desapareció cuando disfrutaba de un baño en las playas de Bocagrande, en compañía de varios familiares. Desde entonces, ha sido un largo camino el que han recorrido sus seres queridos, para llegar a una verdad de la cual, 16 años después no se tiene certeza.

Según sus allegados, Leonardo fue víctima de una red de trata de personas, y posteriormente vendido a un grupo al margen de la ley ubicado en las montañas de El Carmen de Bolívar, que reclamaba una recompensa de $300 millones, por entregarlo de vuelta.

Llamadas, intimidaciones, y hasta un secuestro de tres meses al papá de Leonardo, vivió esta familia refugiada en la única esperanza para retornarlo a casa. Pero ese día nunca llegó, y no por la voluntad de quienes aún lloran su ausencia, sino porque sus captores decidieron cortar toda comunicación, ante la imposibilidad de lograr el pago de la cuantiosa suma.

"Ellos se identificaban como el Ejército Revolucionario del Pueblo, había un alias Juan Carlos que yo le pido donde se encuentre, si realmente tuvo a mi hijo que hable, que diga algo; o las personas implicadas que en ese momento no podían decir nada, estamos esperando información", expresó la mamá del desaparecido.

Aunque las autoridades cerraron el caso por falta de pruebas, la fe sigue intacta. Sus hermanas, padres y abuelos, algún día esperan abrazar a Leonardo, y verlo como el adulto que hoy debe ser.

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