Menor que habría ingerido pólvora murió en Barranquilla
La niña de 6 años estaba presentando problemas de salud desde el pasado 1ero de enero.
En las últimas horas se conoció de la muerte de otra niña en un centro médico en Barranquilla.
De acuerdo con el reporte preliminar entregado por la Policía Metropolitana de Barranquilla, desde el pasado 1ero de enero, la menor de 6 años de edad venía presentando fiebre, vómito y diarrea por lo que sus padres acudieron inicialmente a la clínica Santa Mónica, desde donde fue remitida a la clínica La Misericordia debido a que no mejoraba su estado de salud.
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Allí en el centro médico fue atendida por el personal de Pediatría donde se diagnosticó que habría ingerido el fósforo blanco, que es un químico usado en la fabricación de la pólvora.
El toxicólogo Agustín Guerrero indicó que la niña llegó en estado grave a la clínica, en estado de coma y con insuficiencia hepática. Además, confirmó que la niña, al parecer, habría tenido alguna exposición a la pólvora el pasado 31 de diciembre lo que desencadenó en su deceso, sobre las 8 de la noche de este miércoles.
"Este tipo de elementos tiene mucha concentración de este químico, sobre todo los traqui-traqui o los totes, y prácticamente basta con que el menor se lleve las manos a la boca luego de haber tocado alguno de esos artefactos para ocasionar una intoxicación", sostuvo el médico.
Ya son tres los casos de tragedias con menores de edad que se han registrado en los primeros 7 días del 2021.
Recordemos que el pasado 4 de enero un menor de 4 años murió ahogado en una piscina, en el interior de un centro recreacional en Malambo, y ayer, se conoció sobre la muerte de una bebé de 8 meses tras, presuntamente, haberse quemado con un líquido caliente cuando estaba en su casa.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar hizo un llamado a los padres de familia a tener especial cuidado en casa con los líquidos calientes, no permitir que los niños y niñas ingresen a la cocina mientras se preparen los alimentos, mantener medicinas, químicos y objetos corto-punzantes resguardados y fuera del alcance de los niños, así como hacer mantenimiento a las instalaciones eléctricas con el objetivo de evitar tragedias como estas.