Pescar en el Embalse del Guájaro es un acto de fe

“La laguna del Guájaro tiene una problemática como es la sedimentación, esto se da porque la han talado los árboles que tienen a las orillas y esa erosión viene a parar en la ciénaga, son miles de toneladas. El otro problema es la compuertas el flujo y el reflujo lo hacen por la misma parte, a eso se le agrega la contaminación por parte de las canteras ya que estás son trabajadas con químicos y esto repercute acá”, anota Libardo Ortiz, pescador.

Pescar en la laguna del Guájaro se ha vuelto imposible, es prácticamente un acto de fe, cosa que solo sucede cuando el cielo les hace el milagrito, tal como sucedió en aquella época cuando Jesús se encontró con Simón pedro y el señor le dijo que tirara la red al mar, y este obtuvo gran resultado .

Los más afectados en esta ocasión son los pescadores de Repelón y sus corregimientos, quienes gran parte de ellos viven de la actividad de la pesca.

Por su parte José Gabriel Castillo Meza, pescador, recuerda como era este embalse anteriormente: “Esto era un complejo cenagoso, antes de embalsar hace 50 años, el general Rojas Pinillas tenía un Jarillon que comprendía desde Calamar hasta Manatí. Cuando el volaba en el helicóptero él veía este cuerpo de agua cenagoso que había visto, se le ocurrió la idea de orientarla para la explotación de peces y agricultura por la cantidad de agua”.