En Antioquia un hombre sufre graves quemaduras y daño ocular por movilizar pólvora
Un joven de 18 años resultó con quemaduras de segundo grado en varias partes del cuerpo y daño ocular al transportar juegos pirotécnicos en Granada.

En otros municipios, Guadalupe reporta un hombre de 36 años, La Plata a una joven de 18. Foto imagen de referencia.
Granada, Antioquia
El más grave de los cuatro nuevos casos de lesionados por pólvora reportados en Antioquia en las últimas 24 horas ocurrió en el municipio de Granada, donde un hombre de 18 años sufrió quemaduras de segundo grado en la cara, cuello, genitales, manos, tronco y miembros superiores, además de lesión ocular, mientras transportaba juegos pirotécnicos, según el reporte de la Secretaría de Salud e Inclusión Social, validado por el Instituto Nacional de Salud.
En el mismo municipio, un menor de 15 años también resultó lesionado con quemaduras de segundo grado en el tronco, igualmente en un hecho relacionado con el traslado de pólvora.
Otros casos reportados en Medellín y Puerto Triunfo
El informe oficial, con corte entre las 8:00 a. m. del 29 de diciembre y las 8:00 a. m. del 30 de diciembre, incluye además un caso en Medellín, donde un adulto de 28 años sufrió quemaduras de primer grado en el rostro mientras observaba el uso de pólvora, y otro en Puerto Triunfo, donde un hombre de 23 años presentó quemaduras de tercer grado en la mano y contusión tras manipular voladores.
Antioquia llega a 140 lesionados por pólvora en la temporada
Con estos nuevos reportes, Antioquia completa 140 personas lesionadas por pólvora pirotécnica durante la temporada 2025–2026. De ese total, 42 corresponden a menores de edad, 98 a adultos y 13 personas han sufrido amputaciones, según el consolidado departamental.
Las autoridades de salud reiteraron que, hasta el momento, no se han registrado casos de intoxicación por fósforo blanco ni por metanol, aunque advirtieron que la ocupación de las unidades de quemados, tanto de adultos como pediátricas, se mantiene al 100 % en el departamento.
El caso ocurrido en Granada vuelve a poner en evidencia los riesgos asociados no solo a la manipulación, sino también al transporte de pólvora, especialmente en contextos no controlados y sin medidas de seguridad.



