IDS alerta por uso de pólvora y graves secuelas en menores en Norte de Santander
Juan Bitar pidió un cambio cultural y responsabilidad de las familias durante la temporada decembrina.

Foto: Referencia.
Norte de Santander.
El director del Instituto Departamental de Salud (IDS), Juan Bitar, encendió las alertas por los graves efectos que está dejando la manipulación de pólvora en el departamento y aseguró que el problema va mucho más allá de las cifras de personas lesionadas.
Según explicó, la mayor preocupación está en las secuelas permanentes que están sufriendo, principalmente, niños y adolescentes.
Durante diálogo con Caracol Radio, Bitar sostuvo que, aunque el número de quemados no supera al del mismo periodo del año anterior, “la situación sigue siendo crítica porque estamos hablando de menores con lesiones que los pueden marcar de por vida”.
Precisó que actualmente se registran niños con compromisos oculares, auditivos y quemaduras en las manos, lo que puede traer consecuencias irreversibles.
El funcionario explicó que varios de los casos no están relacionados con la manipulación directa de pólvora por parte de los menores, sino con acciones irresponsables de adultos.
“La familia nos ha dicho que alguien lanzó un tote cerca de donde estaban los niños y ahí se produjo la lesión. Eso demuestra una falta total de conciencia”, señaló.
Bitar también llamó la atención sobre los adultos que han resultado gravemente lesionados tras mezclar alcohol con pólvora.
“Tenemos personas con amputación de falanges que quedaron con una secuela permanente en sus manos. Son situaciones que se pudieron evitar”, afirmó, al tiempo que recordó que el consumo de licor aumenta el riesgo de accidentes de este tipo.
Desde el IDS, indicó, se han hecho reiterados llamados a los alcaldes y a las autoridades locales para fortalecer las acciones de prevención, especialmente en lo relacionado con la protección de los menores.
“Se han dado indicaciones claras y se ha insistido en que no se puede normalizar la pólvora como un juego. No es un juguete y no se le debe entregar a un niño”, recalcó.
En cuanto a la red hospitalaria, el director reconoció que el sistema de salud atraviesa dificultades, pero aseguró que las instituciones tienen la obligación de atender de manera inmediata los casos de urgencias.
“Las clínicas y hospitales están saturados, pero una quemadura por pólvora debe ser atendida sin ninguna restricción y notificada de forma obligatoria”, explicó.
Finalmente, Bitar insistió en que la solución no pasa únicamente por ampliar la capacidad hospitalaria del departamento.
“El problema no es la falta de camas, el problema es la irresponsabilidad. Necesitamos un cambio cultural para que las familias entiendan que una noche de pólvora puede convertirse en una tragedia para toda la vida”, concluyó.



