Termómetro político en Norte de Santander anticipa sorpresas rumbo a 2026
Menos listas, alianzas inesperadas y un escenario “multicolor” marcan el inicio de la carrera al Congreso.

Elecciones regionales 2023 | Colprensa
Norte de Santander.
El cierre del periodo de inscripción de candidatos al Congreso dejó en Norte de Santander un primer termómetro político con más sorpresas que certezas.
A diferencia de procesos anteriores, el departamento entra a la contienda electoral de 2026 con menos listas, movimientos inesperados y alianzas que no estaban en el radar, lo que empieza a reconfigurar el escenario político local.
Así lo analiza el politólogo Édgar Niño, quien advierte, en Caracol Radio, que esta reducción en el número de listas implica un reordenamiento natural del panorama.
“No hay tantos votos para tantos aspirantes, pero las listas abren posibilidades a candidatos nuevos, aunque sea con diferentes camisetas. Hoy tenemos un panorama multicolor en el que ya no es claro quién pertenece a qué partido”, señaló.
Según el analista, este fenómeno está directamente relacionado con la debilidad de la normatividad sobre coherencia partidista.
El cambio frecuente de colectividad, explica, responde a la búsqueda de réditos electorales en una elección donde los votos serán escasos y la competencia más cerrada.
Uno de los movimientos que más le llamó la atención en la antesala de las inscripciones fue el protagonizado por el senador Alejandro Carlos Chacón y Yirley Vargas, un episodio que acaparó la atención mediática.
Aunque Chacón figura en el puesto 20 de la lista, se trata de una lista abierta y su fortaleza electoral, tanto en Norte de Santander como a nivel nacional, lo mantiene como una ficha clave en la disputa.
El interrogante, según Niño, será si el Partido Liberal tendrá el músculo electoral suficiente para asegurar más de una curul al Senado.
En Cambio Radical, el reordenamiento fue más predecible. Edgar Díaz lidera la lista al Senado y, en la Cámara de Representantes, el nombre de Eimy Suárez aparece como una de las votaciones más fuertes, en un ambiente de menor tensión interna frente a otras colectividades.
No obstante, el analista advierte que el foco no debería limitarse a los nombres más visibles.
“A veces pedimos renovación, pero no miramos las ideas ni las propuestas de los demás candidatos. Nos dejamos llevar por los mentideros políticos y no por la lectura real de los problemas del departamento”, afirmó, haciendo un llamado a evaluar los proyectos políticos más allá de su exposición mediática.
En cuanto a los candidatos que hoy parten con mayor fortaleza, Niño destacó a Ciro Rodríguez, quien mantiene una sólida votación en la provincia de Ocaña y optó por mantenerse en la Cámara de Representantes con el Partido Conservador.
También mencionó la expectativa alrededor de la candidatura de Jairo Castellanos al Senado y de Wilmer Carrillo, cuyo respaldo dependerá de la solidez de las bases del Partido de la U y del trabajo político desarrollado en los últimos cuatro años.
A diferencia del Senado, donde el margen de cambio parece limitado, la competencia por la Cámara de Representantes se perfila como una de las más disputadas.
La multiplicidad de listas, especialmente en zonas como el Catatumbo, abre un escenario incierto en municipios como Tibú, El Tarra y Ocaña, donde las curules especiales también jugarán un papel determinante.
De cara a los próximos meses, el tipo de campaña que se avecina, según el politólogo, seguirá marcada por el trabajo en terreno.
Las estrategias estarán más concentradas en los barrios y en el contacto directo con las bases, en un departamento donde el empleo público sigue siendo uno de los principales renglones de empleabilidad. Esta realidad, señala, condiciona tanto las campañas como las dinámicas políticas.
Para Niño, el desafío de fondo será romper ese círculo. “Las ideas sobre desarrollo, industria, comercio y negocios van a ser claves si queremos salir de un modelo donde la burocracia se lleva gran parte de la productividad del Norte de Santander”, concluyó.



