Más de 8,1 millones de personas siguen en pobreza energética en Colombia, según Promigas
El uso de leña sigue afectando a millones de familias, con mayor impacto en la Costa Caribe.
Foto: Getty Images
Durante la presentación de la tercera edición del Índice Multidimensional de Pobreza Energética, el presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, advirtió que, aunque el país ha mejorado en cobertura de energía eléctrica y gas natural, las brechas territoriales y la persistencia del uso de leña en millones de hogares demuestran que la transición energética aún no ha comenzado para una parte significativa de la población.
Entre 2022 y 2024, Colombia redujo la pobreza energética de 16,9% a 15,4%, pasando de 8,7 millones a 8,1 millones de personas. Aunque el descenso anual de 300.000 personas es positivo, Rojas lo calificó como “insuficiente”.
Retroceso en la calidad del servicio eléctrico
El informe también reveló que en este periodo el país experimentó un retroceso en la calidad del servicio eléctrico, especialmente en la región Caribe.
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“¿Qué hemos encontrado en estos tres años trabajando con el índice? Que el país está avanzando a un ritmo de 300 mil personas que salen de la pobreza energética cada año. Pasamos de 8 millones 700 mil en 2022 a 8 millones 400 mil en 2023, y ahora estamos en 8 millones 100 mil. Es un avance sostenido, pero insuficiente. Esto significa que nos tomaría entre nueve y diez años alcanzar indicadores de pobreza energética por debajo de un dígito. Yo considero, en particular, que el desarrollo no tiene atajos. Cuando Colombia aumentó su cobertura eléctrica del 75% al 98%, ese logro tomó 30 años”, enfatizó.
Avances en conectividad y electrodomésticos esenciales
En contraste, el estudio destacó avances en conectividad y equipamiento doméstico, especialmente en acceso a nevera, lavadora e internet. Rojas aseguró que el país podría reducir la pobreza energética a 5 millones de personas para 2030, si se ejecutan acciones clave.
“Lo primero es que en los últimos dos años hemos tenido una pérdida en la calidad de la energía eléctrica. El primer componente del índice mide acceso y calidad, y representa el 40% de su conformación. En este punto es donde se evidenció la mayor caída, especialmente en la Costa Caribe. Como es conocido, las dificultades de las empresas, en particular Aire, han generado una disminución significativa en la calidad del suministro. El mayor deterioro se registra en el departamento del Atlántico, en municipios como Soledad. Ahí hemos retrocedido como país y es necesario recuperar la calidad del servicio. ¿Y qué implica esa pérdida de calidad? Que la duración y la frecuencia de las interrupciones se vuelven mucho más evidentes, debido a la falta de inversiones de las empresas”, explicó Rojas.
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Acciones clave para cerrar la brecha energética
El presidente de Promigas enfatizó la necesidad de:
- Recuperar la calidad del servicio eléctrico, especialmente en la Costa Caribe.
- Acelerar la sustitución de la leña, que aún afecta a millones de hogares rurales.
- Impulsar la dotación y digitalización de los hogares mediante financiación no bancaria para electrodomésticos esenciales.
- Garantizar energía eléctrica para todos los colegios, incluso mediante soluciones solares en zonas aisladas.