Norte de Santander rechaza muerte de dos menores en bombardeo y pide frenar el reclutamiento
La Mesa de Víctimas asegura que las alertas no han sido escuchadas por el gobierno.

Reclutamiento forzoso en Colombia / imagen de referencia. Foto: Colprensa(Thot)
Norte de Santander.
El rechazo en Norte de Santander fue contundente tras conocerse este fin de semana que dos menores del departamento están entre las víctimas del bombardeo del Ejército en zona rural del Guaviare.
Las adolescentes, de 13 y 16 años, oriundas de Puerto Santander y Tibú, figuran en el informe preliminar de las Fuerzas Militares que confirma la muerte de al menos siete menores durante la operación contra las disidencias de alias Iván Mordisco.
Judith Milena García, coordinadora de la Mesa Departamental de Víctimas, aseguró a Caracol Radio que este hecho confirma una realidad que llevan años denunciando sin que haya una reacción efectiva del Estado.
Recordó que en la reciente audiencia ante la Corte Constitucional sobre la crisis en el Catatumbo expusieron el aumento del reclutamiento y los asesinatos de jóvenes, junto a una serie de recomendaciones dirigidas al gobierno nacional para proteger a esta población.
“El panorama es bastante delicado”, afirmó, al advertir que los casos ya no se concentran únicamente en el Catatumbo, sino que se están registrando en distintos municipios del departamento. “Incluso están sacando a jóvenes de actos culturales y desfiles para asesinarlos. Tenemos reportes de reclutamiento en todo Norte de Santander”.
García cuestionó que, pese a los reiterados llamados, las instituciones no reaccionan con la rapidez ni la articulación que exige la situación. “A veces tienen que suceder las tragedias para que puedan alarmarse”, señaló.
A modo de ejemplo, recordó que desde el año pasado venían advirtiendo que la confrontación entre las disidencias y el ELN iba a escalar, pero el gobierno solo atendió la crisis cuando ya se había desbordado el 16 de enero.
La Mesa de Víctimas pide un acompañamiento integral para las familias de los menores reclutados y exige que se implementen medidas que garanticen que los niños y adolescentes no vuelvan a ser utilizados por los actores armados.
Enfatizan que muchas familias desplazadas por esta misma amenaza han tenido que regresar a sus veredas sin garantías, aumentando nuevamente el riesgo para sus hijos.
“Nosotros no parimos hijos para la guerra, los parimos para la educación, para construir paz”, sentenció García, reiterando el llamado urgente al gobierno nacional para que asuma esta crisis con la seriedad que demanda un territorio que lleva décadas cargando con los efectos del conflicto armado.



