Colombianos liberados de cárceles venezolanas denuncian torturas y tratos inhumanos
Los connacionales relataron golpizas, hacinamiento y condiciones degradantes durante su detención.

Foto: Caracol Radio.
Norte de Santander.
La llegada de los 18 colombianos liberados en las últimas horas a territorio nortesantandereano destapó un panorama de horror sobre lo que ocurre en las cárceles venezolanas.
Los recién repatriados narraron escenas de tortura, hambre, hacinamiento y aislamiento que, aseguran, sufrieron durante meses mientras permanecieron privados de la libertad en distintos centros de reclusión.
Uno de los liberados, que permaneció 13 meses detenido, relató que fue acusado injustamente de terrorismo y asociación para delinquir.
Contó que en el penal donde estuvo recluido los reclusos eran golpeados y torturados con descargas eléctricas.
“Me metieron corriente y me golpearon en Boleíta del Norte”, dijo, al mostrar las marcas que conserva en el cuerpo.
Afirmó además que las cartas que enviaban a sus familiares eran retenidas y que muchos de sus compañeros colombianos, al igual que extranjeros de más de 30 países, permanecen aún en esas prisiones.
“Había unos 57 colombianos allá, también mujeres mayores de 70 y 80 años, y hasta menores de 16 y 17 años”, señaló.
El hombre aseguró que la desesperación llevó a varios detenidos a intentar quitarse la vida. “Unos tomaron cloro o se cortaron las venas. Decían que era la única manera de obtener la libertad”, recordó.
Otro de los liberados, quien estuvo ocho meses sin contacto con su familia, describió las condiciones de encierro como “infrahumanas”.
“Nos amenazaban con fusiles, decían que, si no comíamos o no nos portábamos bien, nos iban a matar”, contó.
Dijo que dormían en el suelo, sin agua y en un ambiente pestilente. “Era como vivir en una letrina; ahí mismo comíamos, dormíamos y hacíamos nuestras necesidades”, añadió.
Los repatriados aseguran que aún quedarían al menos 22 colombianos detenidos, además de personas de otras nacionalidades, en las mismas condiciones.
“Quedaron muchos allá sufriendo, mujeres, hombres y menores de edad”, dijo uno de ellos.
El grupo fue recibido en la frontera por sus familias entre lágrimas y abrazos, luego de más de un año de incertidumbre.
Los retornados contaron que sus testimonios ya fueron entregados a la Defensoría del Pueblo, con la esperanza de que se investiguen las denuncias de tortura y malos tratos, y se agilice la liberación de los connacionales que permanecen en territorio venezolano.



