“Negociación de segunda fase del acuerdo en Gaza podría tardar años”: Experto en seguridad de EE.UU.
El analista Hugo Achá, profesor de fuerzas especiales en Estados Unidos, afirmó en entrevista con Caracol Radio que la ambigüedad del acuerdo impulsado por Donald Trump es intencional y busca dar margen político a las partes.
Hamás e Israel. Fotos: Getty Images
Crece la preocupación por los vacíos del acuerdo de paz en Gaza. Líderes internacionales expresan preocupación por los vacíos del acuerdo firmado recientemente por el presidente Donald Trump junto a mandatarios de Medio Oriente e Israel para poner fin a la guerra en Gaza.
Expertos advierten que la ambigüedad de la segunda fase podría reavivar la inestabilidad en la región.
Tras la firma de la primera fase del acuerdo presentado por Estados Unidos y el inicio de los diálogos sobre la segunda etapa, persisten varios interrogantes.
Uno de ellos es el destino de los cuerpos de los 20 rehenes israelíes que no han sido devueltos. Solo los restos de ocho personas fueron entregados, y Hamás afirma que podría ser poco probable localizar a los demás. Aunque algunos consideran este incumplimiento una falta al acuerdo, analistas aseguran que forma parte de la flexibilidad del plan.
La ambigüedad del acuerdo es intencional
En entrevista con Caracol Radio, Hugo Achá, experto en seguridad y profesor de fuerzas especiales en Estados Unidos, explicó que la ambigüedad del plan es deliberada: “El acuerdo está basado en un documento de 20 puntos. Desde el comienzo, el presidente Trump había dicho que el texto tiene un margen de flexibilidad, porque no todos los puntos son precisos; algunos son intencionalmente vagos. Eso permitirá avanzar con agilidad y manejar los temas más sensibles con margen político”, dijo Achá.
Respecto al regreso de los cuerpos de los rehenes, el experto señaló: “Hamás tiene capacidades limitadas para cumplir algunos aspectos del acuerdo. Hay 20 familias que siguen esperando los restos de sus seres queridos. No olvidemos que Hamás es una organización beligerante, no política; es un grupo terrorista vinculado al crimen organizado”.
Hamas y el desafío de la segunda fase
La segunda fase contempla la gobernanza de la Franja de Gaza y el desarme de Hamás, pero ambos puntos presentan grandes vacíos.
La retirada total del ejército israelí dependerá de ese desarme, lo que deja margen al primer ministro Benjamín Netanyahu para reanudar la ofensiva si lo considera necesario.
Hamás, por su parte, insiste en que no entregará sus armas hasta que Israel se retire completamente de Gaza. “Hay sospechas de que Hamás podría intentar dilatar los acuerdos, porque dentro de la propia Gaza hay voces que buscan limitar su papel en el futuro gobierno”, afirmó Achá.
Según los expertos, la complejidad de esta fase podría hacer que las negociaciones se extiendan por años.
Siga leyendo: Dos años de guerra en Gaza: un recuento de las devastadoras cifras de la barbarie
Un equilibrio político frágil
Achá añadió que, aunque Israel ha vencido militarmente a Hamás, enfrenta un contexto internacional adverso: “La historia nos ha enseñado que se puede ganar la guerra y perder la paz. Israel hoy enfrenta una ola de antisemitismo como no se veía desde la Segunda Guerra Mundial. Francia y España ya reconocieron al Estado palestino, y Occidente no muestra una postura unificada. Israel necesita flexibilidad para demostrar su compromiso con una salida pacífica”, explicó.
El plan propuesto por Trump plantea que un organismo internacional gobierne temporalmente el territorio palestino, supervisando a tecnócratas locales. Hamás y otras facciones quedarían excluidas de la administración de Gaza, un punto especialmente difícil de negociar.
“No tengo mucha confianza en que Hamás cumpla el acuerdo. Desarmarse no la hace menos peligrosa. Será necesaria mucha presión internacional y flexibilidad por parte de Israel”, advirtió Achá.
La negociación podría tardar años
Finalmente, Achá señaló que la duración de la negociación de la segunda fase es incierta: “No creo que se resuelva en pocos años. El propio presidente de Estados Unidos fue claro al decir que las fases no son estrictamente secuenciales, sino flexibles: pueden adelantarse o postergarse según la conveniencia de las partes”, concluyó.