¿Comer papas aumenta el riesgo de diabetes tipo 2? Harvard responde en nuevo estudio
Esta investigación contó con el respaldo financiero de varios Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, entre otros.

Joven se quedó ciego luego de comer solo papas fritas durante años. Foto: Getty Images(Thot)
Un estudio reciente de la ‘Harvard T.H. Chan School of Public Health’, publicado el 6 de agosto de 2025 en la revista ‘The BMJ’, advirtió sobre los riesgos metabólicos asociados al consumo frecuente de papas fritas.
Según los investigadores, quienes las consumen tres veces por semana podrían aumentar en un 20% la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 (DT2). El análisis, que evaluó la dieta y salud de miles de participantes durante varios años, no encontró una relación significativa entre la DT2 y el consumo de papas preparadas al horno, hervidas o en puré.
De esta manera, los especialistas destacaron que el riesgo proviene principalmente del proceso de fritura, que eleva el contenido calórico y la carga glucémica.
Adicionalmente, el estudio sugirió alternativas más saludables como reemplazar las papas fritas por granos enteros como pan o pasta integral, para reducir el riesgo hasta en un 19%.
¿Cómo se desarrolló este estudio y quiénes participaron?
La investigación, desarrollada por expertos de la Universidad de Harvard, examinó los patrones alimenticios y la salud de 205.107 personas durante más de tres décadas.
Los participantes pertenecían a tres importantes estudios de cohorte en Estados Unidos: el Nurses’ Health Study, el Nurses’ Health Study II y el Health Professionals Follow-up Study.
A través del periodo de tiempo, los voluntarios completaron cuestionarios dietéticos que detallaban su consumo de diferentes tipos de papas, granos enteros y otros alimentos, además de informar nuevos diagnósticos médicos, como la DT2. En total, se identificaron 22.299 casos de esta enfermedad metabólica.
Por otro lado, hay que hacer énfasis en que el proyecto fue encabezado por Seyed Mohammad Mousavi, investigador postdoctoral del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan, y contó con la colaboración de reconocidos especialistas como Walter Willett, Frank Hu, JoAnn Manson y Eric Rimm.
Este seguimiento prolongado permitió establecer una relación precisa entre los hábitos alimenticios y el riesgo de desarrollar DT2, aportando evidencia sólida sobre el impacto de las elecciones dietéticas cotidianas.
¿Qué implicaciones tiene este descubrimiento para la salud pública y la posible formulación de políticas?
Los investigadores destacaron que no todas las papas ni los carbohidratos tienen el mismo efecto sobre la salud, y que el método de preparación marca una gran diferencia.
“Estamos pasando de preguntar si las papas son buenas o malas, a entender cómo se cocinan y qué alimentos podrían sustituirse en su lugar”, explicó Seyed Mohammad Mousavi.
Desde su perspectiva, Walter Willett dijo que “pequeños cambios en la dieta diaria pueden tener un gran impacto en la prevención de la diabetes tipo 2”.
Además, esta investigación contó con el respaldo financiero de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención del Reino Unido y la Fundación del Corazón de Kuwait.
Finalmente, cabe añadir que para reforzar los hallazgos, se realizó un metaanálisis con datos de más de 500.000 personas pertenecientes a 13 cohortes sobre consumo de papas y 11 sobre granos enteros. Los resultados coincidieron estrechamente, reafirmando la recomendación de sustituir las papas fritas por granos integrales para reducir el riesgo de esta enfermedad.



