El secuestro es una carga moral que vamos a llevar durante años: Pastor Alape

La sentencia de ocho años de sanción propia para los siete exintegrantes del último secretariado de las Farc impuesta por la Sección de Reconocimiento de Verdad del Tribunal para la Paz por 21.000 casos de secuestros, causó inconformidades en algunas de las víctimas del conflicto, al considerarla insuficiente.

Frente a esto, el vocero del Antiguo Secretariado de las Farc, Pastor Alape, habló el miércoles 17 de septiembre en los micrófonos de 6AM de Caracol Radio y se refirió a la reciente sentencia, a las críticas de las víctimas y las medidas que deberán cumplir los exmiembros del antiguo Secretariado.

Respeto a las víctimas, pero defensa del acuerdo

Alape reconoció que la sentencia genera inconformidad en algunos sectores, especialmente en las víctimas, pero subrayó que su compromiso es respetar esas posturas y someterse a lo pactado en el acuerdo final de 2016.

“El dolor de las víctimas hay que respetarlo. Nosotros nos acogimos a lo que acordamos al firmar el acuerdo: someternos a la normatividad vigente y a la justicia especial para la paz”, afirmó.

Asimismo, el excomandante señaló que el secuestro fue un crimen que dejó una “carga moral” permanente para los firmantes.

“Nosotros hemos reconocido eso, aquí lo central es que se dieron unas orientaciones en cuanto al secuestro y es una carga moral que vamos a llevar por muchos años. Mientras respiremos, vamos a tener ese karma que no se va a olvidar”, aseguró Alape.

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¿Cuáles son las medidas impuestas la JEP?

Sobre las medidas de seguimiento impuestas por la JEP, como el uso de dispositivos de control similares a brazaletes electrónicos, Alape explicó que aún falta claridad, pero recordó que desde 2016 los excomandantes han estado bajo un régimen de condicionalidad con varias restricciones:

• No pueden salir del país sin autorización.
• Son monitoreados por la Policía y por la Agencia de Reincorporación y Normalización de manera permanente.
• La restricción de la libertad, según él, debe estar ligada al perímetro de las tareas reparadoras asignadas.

“Nosotros desde que firmamos el acuerdo de paz estamos bajo el régimen de condicionalidad y mantenemos un monitoreo permanente”, aseguró.

¿Qué va a pasar con la reparación?

El antiguo vocero defendió que el abandono de armas, municiones y explosivos también es un hecho reparador, además de los actos públicos de reconocimiento y perdón como los realizados en Bojayá, La Chinita y con los diputados del Valle.

No obstante, advirtió que la implementación en los territorios está en deuda.

“Después de nueve años del acuerdo, debíamos estar en 16 regiones transformando las condiciones de las comunidades, pero el Estado no ha cumplido plenamente. No se trata de que particulares reemplacen al Estado, sino de que este llegue a los territorios”, explicó.

Además, insistió en que el proceso de paz debe verse como un paso histórico para sofocar las violencias, pese a la polarización y a las críticas. Reconoció que falta camino por recorrer, pero reafirmó el compromiso de los excomandantes con la justicia transicional y con las víctimas.

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