Colombia es buen aliado, pero tiene un presidente que no es buen socio en lucha contra cárteles: Marco Rubio
Luego de que Estados Unidos añadiera a Colombia a la lista de países que no cooperan en la guerra contra las drogas por primera vez en casi 30 años, el secretario de Estado, Marco Rubio, nuevamente señaló al presidente Gustavo Petro como responsable directo de la descertificación y lo calificó de “errático”.
Luego de que Estados Unidos añadiera a Colombia a la lista de países que no cooperan en la guerra contra las drogas por primera vez en casi 30 años, el secretario de Estado, Marco Rubio, nuevamente señaló al presidente Gustavo Petro como responsable directo de la descertificación y lo calificó de “errático”. (Foto: Caracol Radio / Getty )
Pocas horas después de que la administración Trump añadiera a Colombia a la lista de países que no cooperan en la guerra contra las drogas por primera vez en casi 30 años y por tercera vez en la historia de nuestro país. El secretario de Estado Marco Rubio, señaló directamente al presidente Gustavo Petro como responsable de la descertificación a Colombia.
Antes de partir a un viaje oficial de Israel hacia Qatar, el secretario de Estado aseguró que el presidente Petro" además de ser errático, no ha sido un buen socio en la lucha contra los cárteles de la droga con Estados Unidos. Así que, dijo que bajo su liderazgo, simplemente no cumplen con los estándares".
El secretario Rubio, resaltó que “en Colombia tenemos socios dispuestos. Si dependiera del ejército y la policía, hemos trabajado con ellos durante décadas”. También agregó que todavía hay un camino nuevamente a la certificación si hay mayor cooperación por parte del gobierno colombiano.
“Actualmente tienen un liderazgo deficiente, especialmente en este tema de las drogas. Pero pueden cambiar. Pueden ser más cooperativos. Y pueden cumplir con los criterios para salir de la lista de certificación”, dijo Rubio.
¿Cuáles son las condiciones para ser nuevamente certificada?
Washington pidió al gobierno Petro acciones más agresivas en erradicación de cultivos de coca, reducción de producción y tráfico de cocaína y cooperación judicial para llevar a los líderes criminales colombianos ante la justicia estadounidense. De no hacerlo, Colombia arriesga sanciones más severas y mayor aislamiento diplomático.
Esta desertificación representa un duro golpe no solo al gobierno Petro y sino al país que ha sido un aliado tradicional de Estados Unidos.
¿La razón de la descertificación? El reciente aumento en la producción de cocaína, los bajos número de erradicación y el debilitamiento de los lazos entre la Casa Blanca y Palacio de Nariño.
Aunque se determinó que Colombia había incumplido sus obligaciones internacionales en materia antinarcóticos, el gobierno de Trump emitió una exención de las sanciones que habrían provocado importantes recortes a la ayuda, alegando intereses nacionales vitales para Estados Unidos.
La descertificación pone a Colombia en la misma categoría que Venezuela, Bolivia, Afganistán y Birmania. Aunque no pierde de inmediato la ayuda estadounidense, el gobierno Petro queda bajo fuerte presión internacional, con la imagen deteriorada y la cooperación antidrogas condicionada a resultados concretos.
Reacciones en Estados Unidos
La Embajada de Colombia en Washington rechazó el señalamiento sobre que el país haya “incumplido sus obligaciones internacionales”, también rechazó categóricamente “las sugerencias del comunicado que sugieren una permisividad por parte del gobierno Petro al narcotráfico en Colombia”.
El embajador Daniel García-Peña, subrayó “que el éxito en esta lucha depende de una corresponsabilidad real que incluya la reducción de la demanda de drogas ilícitas en los países consumidores y el combate al tráfico de armas que fortalece a las organizaciones criminales”.
Por su parte, la representante republicana Maria Elvira Salazar aseguró que la descertificación “es un llamado urgente a Petro para cooperar y dejar de sabotear la lucha contra las drogas”. “Petro debe mostrar resultados reales, no excusas”.
Esta descertificación es un paso importante contra uno de los aliados más firmes de Estados Unidos en Latinoamérica, que, según analistas, podría perjudicar la economía y obstaculizar aún más los esfuerzos para restablecer la seguridad en el campo.