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Padre Antún Ramos habló del liderazgo de la Iglesia en procesos de “paz urbana” en Magdalena Medio

Además el sacerdote presentó en Bucaramanga su primer libro sobre la masacre en Bojayá, Chocó.

Sacerdote y defensor de derechos humanos Antún Ramos Cuesta

Bucaramanga

El sacerdote y defensor de derechos humano Antún Ramos Cuesta, sobreviviente de la masacre que más ha marcado al Chocó en 2002, presentó en Bucaramanga su libro “Bojayá, relato del sacerdote que sobrevivió a la masacre”.

Una obra que busca no solo relatar la tragedia vivida por cientos de víctimas, sino también convertirse en un llamado a la resiliencia, el perdón y la reconciliación en medio de la violencia que aún golpea a Colombia.

Un muerto o diez muertos deberían ser un escándalo en un país mínimamente civilizado. La guerra hay que rechazarla venga de donde venga”, expresó Ramos.

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Recordando que aunque los índices de violencia no alcanzan los de hace dos décadas, los recientes hechos en Antioquia, Cali, Cauca y Chocó demuestran que la paz sigue siendo una tarea pendiente.

El sacerdote destacó que la Iglesia católica lidera actualmente procesos de “paz urbana” en regiones como el Magdalena Medio y Buenaventura, donde busca abrir canales de diálogo con actores armados.

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Según explicó la Iglesia actúa como puente de confianza antes de que el Estado intervenga.

“Son procesos lentos porque muchos han hecho de la guerra su forma de vida, pero nuestro compromiso es acercar a las partes y contribuir a la construcción de una paz total”.

Sobre su libro Ramos subrayó que la obra está atravesada por una pregunta clave. “¿Y tú qué estás haciendo en la construcción de paz?”.

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El texto busca dignificar a las víctimas y generar conciencia entre los lectores.

“Es un libro resiliente y aleccionador. Cuando lo lees, no vuelves a ser el mismo, porque entiendes que si quienes sufrieron tanto siguen apostando por la reconciliación. Nosotros también podemos hacerlo”.

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En un país aún marcado por las heridas de Bojayá, Mapiripán, Machuca y tantas otras masacres, el mensaje del padre Ramos cobra vigencia.

“La paz no es un discurso, es una decisión colectiva que exige memoria, dignificación de las víctimas y voluntad de todos los colombianos", manifestó el sacerdote.