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Las irregularidades que complican escándalo con controladores en El Dorado

Detalles inéditos que revelan cómo se crece el lío del joven que “jugó” a controlador aéreo. Más personas y aeropuertos están en la mira de las autoridades.

Las irregularidades que complican escándalo con controladores en El Dorado

Las irregularidades que complican escándalo con controladores en El Dorado

08:02

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No cesa la controversia sobre la presencia de un joven inexperto en la torre de control del aeropuerto El Dorado, interactuando con un vuelo en una situación abiertamente irregular.

Caracol Radio revela detalles inéditos de la tras escena de este delicado incidente que ha tenido fuerte repercusión en la opinión pública.

Los hechos

El lunes 21 de julio, pasadas las tres de la tarde, ingresaron a la cabina de la Torre de Control del Aeropuerto Internacional El Dorado (o TWR EDR, como técnicamente se le conoce), dos personas que estaban en el registro de autorizaciones, procedimiento normal y rutinario en el día a día.

Normalmente, en ese horario que no corresponde a la hora pico de la operación aeronáutica, la torre de control tiene bajo su radar las operaciones de cerca de 37 vuelos por hora: 20 aeronaves saliendo y 17 aeronaves entrando. Son vuelos nacionales e internacionales.

Los visitantes, como se sabe, eran un padre y su hijo. La figura del padre no era del todo desconocida para algunas de las personas que a esa hora estaban en turno en la torre de control, pues se trataba de Carlos Andrés Chavarro, controlador de tránsito aéreo de la regional Noroccidente, específicamente en el Aeropuerto Internacional José María Córdoba.

Junto a él estaba su hijo, Juan Diego Chavarro, mayor de edad, quien manifestó que el objeto de su visita a la torre de control era el de conocer el contexto del trabajo de los controladores aéreos en tiempo real, para continuar con su proceso de selección como aspirante al Curso Básico Control Aeródromo, que adelanta el Centro de Estudios Aeronáuticos (CEA).

Había iniciado el proceso el 10 de junio, cuando fue convocado a la prueba de personalidad y aptitudes. En esa prueba se evalúa la respuesta del aspirante a la licencia de controlador de aeródromo a situaciones y tareas que enfrentaría a diario en su puesto de trabajo.

Quienes lo vieron esa mañana, recuerdan que estuvo conversando con otros aspirantes, a quienes compartió recomendaciones de qué hacer frente a distintas circunstancias.

La presencia de Juan Diego Chavarro en la torre de control de El Dorado se volvió noticia por la publicación que él mismo hizo en su cuenta de Instagram, de un video de cerca de un minuto en el que se le ve y escucha interactuando con las tripulaciones de tres aeronaves: un vuelo de Latam y dos de Avianca. Con uno de ellos tuvo un diálogo en inglés.

Los vuelos involucrados

Al vuelo 4131 de Latam, que provenía del Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, de la ciudad de Barranquilla, le indicó el cambio de frecuencia para su rodaje a la plataforma de llegada.

Al vuelo 4807 de Avianca, con destino al aeropuerto Guillermo León Valencia de Popayán, le autorizó despegar.

Al vuelo 217 de Avianca, que salía de Bogotá con destino al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza, Argentina, le autorizó despegar por la pista 1- 4 derecha.

Por estos hechos, la Aerocivil emitió la Resolución 01923, del 25 de julio, y suspendió las licencias aeronáuticas de Controlador Tránsito Aéreo III de Luís Antonio Díaz Díaz y Mauricio Ferrer Bravo.

Dice la resolución que está en poder de Caracol Radio:

“2) Para ese momento, el titular de la frecuencia 118.1 MHz era el señor Luis Antonio Díaz Díaz y el Supervisor Mauricio Ferrer Bravo, quienes permitieron que personal ajeno a la entidad, ejerciera funciones de controlador de tránsito aéreo, exponiendo la operación a un grave riesgo de seguridad operacional por falta de requisitos de licencias, atribuciones, pericia, y conocimientos para desempeñar tales funciones, poniendo en riesgo la vida y bienes de los usuarios del transporte aéreo en esos momentos”.

Lío con Estados Unidos

No fueron “5 minutos”, ni “tres aeronaves” con las que interactuó el joven Juan Diego Chavarro. Su presencia en la torre de control de El Dorado habría sido de 50 minutos, tiempo en el que se comunicó con las tripulaciones de más de una veintena de vuelos que cubrían rutas nacionales e internacionales.

Por la conducta de los dos controladores, la Aeronáutica queda expuesta a una situación que complica aún más este caso, y que vincularía a autoridades de Estados Unidos.

Como en el tiempo en que el joven Chavarro ejerció funciones de controlador de tránsito aéreo había en vuelo aviones con matrícula norteamericana, “matrícula November” en el espacio aéreo que vigila la torre de control del Aeropuerto Internacional El Dorado, a los que se les pudo haber vulnerado la Seguridad Operacional, se espera que en los próximos días se conozca una comunicación de la Federal Aviation Administration (FAA por sus siglas en inglés).

Sanciones a la vista

Para conductas como la de Juan Diego Chavarro, el Reglamento Aeronáutico Colombiano, que está publicado en la página de la Aerocivil, establece que podría ser sancionado con una multa de 247 unidades de valor tributario (a valor de hoy serían como 12 millones de pesos), quien:

“1. Ejerza funciones propias del personal aeronáutico para las cuales se requiere licencia, habilitación o certificado de aptitud, sin ser titular de los mismos

2.O quien indebidamente o sin autorización opere frecuencia radial o equipo alguno de los servicios de tránsito aéreo, telecomunicaciones, información aeronáutica, meteorología o de ayudas a la navegación aérea”.

Caracol Radio también conoció versiones de que este podría ser un caso de reincidencia. ¿Por qué reincidencia? Porque a la Aerocivil han llegado rumores de que no sería la primera vez que el joven Chavarro ejercía las funciones de controlador aéreo.

Esas versiones aseguran que ya habría ocurrido lo mismo en el Aeropuerto Internacional José María Córdoba, donde su padre es controlador aéreo, y que su caso no sería el único. Se habla, incluso, de otra aspirante al curso para obtener la licencia de controlador aéreo que también habría recibido el mismo entrenamiento de su padre, también controlador en el aeropuerto de Rionegro.

En eso va la tormenta que envuelve al joven aspirante a controlador y varios profesionales que le habrían permitido a él y a otras personas sin preparación, jugar a controladores.

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