GEPM se refirió a denuncias sobre presuntos abusos contra vendedora en centro de Cartagena
Se trata de una comerciante de turbantes que se ubica en la plaza Santo Domingo
Colprensa- Luis Herrán
El pasado 17 de febrero de 2025, la señora Rosmery Medrano manifestó qué, desde la Gerencia de Espacio Público y Movilidad (GEPM), se le había solicitado movilizarse y no permanecer estacionaria, como lo establece la normativa.
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A raíz de esa intervención, el alcalde Mayor, Dumek Turbay Paz, le permitió a la comerciante continuar desarrollando su actividad en ese lugar específico, bajo ciertas condiciones y con un acuerdo de buena fe.
Sin embargo, en los últimos meses, dice la GEPM que se evidenció que dicha actividad ha traspasado los límites inicialmente permitidos.
“Lo que comenzó como una venta móvil desde una bicicleta, ahora incluye elementos adicionales como trípodes, tapetes de grama sintética y otros accesorios que amplían considerablemente la ocupación del espacio público. Esto no solo altera la estética del entorno, sino que afecta directamente la fachada de una zona patrimonial protegida por la ley”, manifestó la entidad distrital.
Así mismo, enfatizó que es importante ejercer actividades económicas en el espacio público, pero se requiere autorización expresa. “Pese a la flexibilidad otorgada en su caso, actualmente la señora Rosmery opera con un grupo de personas que lleva a los turistas hacia su puesto, una práctica no permitida, incluso, para quienes cuentan con confianza legítima”, señala el pronunciamiento.
Frente a los comentarios que indican que otros vendedores no son afectados, desde la Alcaldía Mayor de Cartagena se aclaró que en el Registro Único de Vendedores se cuenta con 19 personas formalmente inscritas en el área, quienes se ajustan a las condiciones establecidas por la autoridad.
Por otro lado, en cuanto a las denuncias públicas sobre presunto acoso, como se evidencia en videos publicados los días 6 y 15 de julio, “se puede observar que los brigadistas de la Gerencia de Espacio Público y Movilidad fueron abordados con gritos e interrupciones, tanto por la señora Rosmery como por sus clientes, sin posibilidad de brindar explicación ni ejercer su labor con normalidad”.
Desde la administración se reitera total compromiso con un espacio público ordenado, equitativo y respetuoso del entorno patrimonial. “Las excepciones no pueden convertirse en precedentes que deterioren la convivencia ni el equilibrio en el uso del espacio común”, agregó.
