“Despreciar al Congreso, opositores e instituciones es el camino seguro a la autocracia”: Cepeda
En su discurso final como presidente del Congreso, Efraín Cepeda dijo que han tenido que defender la democracia ante los intentos de desestabilización.
Efraín Cepeda, EFE/ Carlos Ortega / Carlos Ortega
Al inicio de la sesión de Congreso en pleno en la que se instala la nueva legislatura, el saliente presidente de la rama legislativa, el conservador Efraín Cepeda, aseguró que en el último año legislativo tuvieron que enfrentarse a varios retos para proteger la democracia.
“Tuvimos que levantar la voz, sin estridencia pero con firmeza, para recordar a la nación que el Congreso no es una institución decorativa. Es uno de los tres pilares que sostienen la arquitectura republicana. Es el lugar donde todas las voces tienen derecho a existir. Es el escenario de la pluralidad convertida en ley, y no la antesala del pensamiento único”, afirmó.
Cepeda aseguró que en el Gobierno existe “una cultura política que, a veces, confunde el disenso con la traición, el control con la obstrucción, y la crítica con el odio. Debatir no es un acto hostil. Cuestionar no es sabotear. Oponerse no es destruir. La política democrática no es la imposición de una voluntad, sino la construcción de acuerdos entre voluntades diversas. Cuando el poder no entiende esto, cae en la tentación de anular al contradictor. Y cuando eso ocurre, ya no estamos ante un gobierno democrático, sino ante una voluntad absolutista”.
El senador conservador cuestionó que “hemos sido testigos de la descalificación sistemática de todo aquel que piensa distinto: se agrede y se insulta. Ya no se discuten ideas, se estigmatizan personas. Ese clima de polarización no es nuevo, pero se ha agudizado. Ese mesianismo político —que lo hemos visto en distintas épocas, bajo diferentes ideologías— siempre termina debilitando la democracia”.
Por eso hizo un llamado a la ciudadanía para que “no se dejen seducir por el discurso del desprecio. Despreciar al Congreso, a los jueces, a los periodistas, a los opositores, a las instituciones: ese es el camino seguro hacia la autocracia. La democracia no se impone: se construye. Y se construye con paciencia, con debate, con pluralidad, con la aceptación de los límites. No hay democracia sin frustraciones. Pero tampoco hay libertad sin límites”.
Cepeda destinó parte de su intervención también al atentado que sufrió el senador del Centro Democrático Miguel Uribe, el pasado 7 de julio: “También vivimos momentos que nos sacudieron en lo más hondo. El atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay fue una advertencia dolorosa de los riesgos que entraña la degradación del debate público. Ese acto violento no fue solo contra una persona, fue contra el ejercicio libre de la política. Fue contra la posibilidad misma del disenso”.
El saliente presidente del Congreso finalizó la que es su última intervención como jefe de la rama legislativa, mostrando su preocupación por el anunciado proyecto de justicia restaurativa que daría beneficios a cabecillas de grupos armados: “Confundir paz con impunidad no solo es un error: es una amenaza directa al Estado de Derecho. La impunidad estimula al delincuente, desprotege al ciudadano de bien y debilita la confianza en la justicia. La gente clama por seguridad, no por indulgencia con quienes han sembrado el miedo”.