Cocteles sostenibles con menos alcohol: ¿Qué bebidas están cambiando la escena de bares en Colombia?

Para empezar es relevante resaltar que actualmente la coctelería en Colombia vive una etapa de evolución marcada por la creatividad, la técnica y la conexión con el territorio.

En las principales ciudades, como Bogotá, Medellín, Cartagena y Cali, las barras han ganado protagonismo como espacios de experimentación cultural, donde el diseño del cóctel va más allá del sabor e integra elementos de sostenibilidad, narrativa y sentido de pertenencia.

Es importante destacar que este cambio responde a un consumidor más informado, que valora la experiencia completa detrás de cada bebida.

A nivel internacional, los cócteles listos para beber (RTD) muestran un crecimiento sostenido, con proyecciones que estiman un valor de mercado superior a los 3.400 millones de dólares para 2033.

En Colombia, esta tendencia también cobra fuerza, con propuestas que priorizan conveniencia sin sacrificar calidad.

Andrey Jaramillo, bar manager del ‘Grupo La Movida’ y reconocido entre los cinco mejores bartenders del país por ‘World Class Colombia 2025’, afirmó que el cóctel ha pasado de ser un accesorio a convertirse en una herramienta de expresión, donde cada trago representa una historia y una intención clara.

¿La coctelería es percibida como una expresión de cultura, sostenibilidad y sofisticación?

Un reciente informe sobre tendencias de consumo en bares colombianos destaca cuatro ejes determinantes que están redefiniendo la coctelería en el país:

• En primer lugar, las bebidas de bajo o nulo contenido alcohólico (Low ABV) ganan popularidad entre quienes buscan equilibrio entre disfrute y bienestar, promoviendo un estilo de vida más consciente.
• Asimismo, en segundo lugar, la sostenibilidad se consolida como un pilar fundamental: barras comprometidas, que reducen residuos, aprovechan al máximo los insumos y fortalecen la cadena local con compras responsables.
• Además, en tercer lugar, las experiencias temáticas convierten cada cóctel en una narrativa sensorial, desde su nombre hasta la ambientación del lugar.
• En cuarto lugar, hay una exaltación creciente de ingredientes nacionales: frutas tropicales, hierbas nativas y fermentos colombianos enriquecen la oferta con identidad local.

Por otra parte, en cuanto a preferencias de destilados, el tequila lidera el mercado, seguido por mezcal, ron, whisky y aguardiente premium.

Por su parte, Jaramillo, señaló que las diferencias regionales son claras: en la costa se prefieren cócteles frescos y frutales, mientras que en el interior predominan sabores intensos, con hierbas e infusiones.

¿Qué cocteles están conquistando las barras del país y por qué?

La nueva coctelería colombiana ha encontrado en ciertas mezclas auténticos íconos contemporáneos. Estos cocteles no solo destacan por sus ingredientes, sino por su versatilidad, creatividad, sostenibilidad, ingredientes y narrativa sensorial.

• El Garibaldi RTD, una combinación de Campari y soda de naranja, representa la tendencia Ready To Drink, ideal para quienes buscan practicidad sin sacrificar estilo.
• El Bloody Tini sorprende con su fusión entre Bloody Mary y Martini, donde el vodka, tocineta y tomate encurtido logran un perfil salino, audaz y provocador.
• El Terral, que mezcla ron añejo, jerez, café y limón, ofrece una limonada con cuerpo tostado, galardonada a nivel nacional.
• El Bonny, fresco y efervescente, combina vodka, cordial de mango, vino blanco y cítricos, ideal para maridar con cocina asiática.
• Por último, el Tangerine Dream suaviza el carácter del whisky con mandarina y solución cítrica, atrayendo a nuevos paladares.

Finalmente, es importante acotar que cada bebida propone un maridaje distinto, desde ceviches hasta platos más complejos. En este escenario de transformación urbana, la coctelería colombiana refleja una fusión entre sofisticación, innovación y conexión con la cultura local.