Medellín

La población de Remedios sigue conviviendo con el terror y las intimidaciones de los ilegales

Los homicidios y los mensajes escritos en paredes son pan de cada día. La frase muerte a sapos es contundente, advierte sobre la guerra que se vive allí.

Otro grafiti en zona urbana de Remedios- foto cortesía

Otro grafiti en zona urbana de Remedios- foto cortesía

Remedios- Antioquia

La situación de seguridad en la población de Remedios, Nordeste de Antioquia, tiene al borde de la desesperación a quienes no están involucrados en el conflicto. La comunidad le ha manifestado a Caracol Radio que han expuesto en diferentes escenarios locales que, debido al conflicto rural, los campesinos dicen sentirse “secuestrados en sus propios territorios”; los padres de familia sienten temor de enviar a sus hijos a estudiar, por el miedo a que caigan en campos minados o queden en medio de un combate entre los grupos que se disputan el territorio. Esto está generando deserción escolar. Las cifras se desconocen porque todo queda en silencio para evitar el reclutamiento de menores y represalias.

De otro lado, expresan preocupación porque los ilegales han permitido la tala indiscriminada del bosque nativo para la minería y poder cobrar las extorsiones a los mineros que ejercen esta labor y que cuentan con maquinaria.

En el área urbana la dinámica es diferente, pero es la misma guerra

Las fuentes consultadas en Remedios también reiteran que la problemática de seguridad no solo es compleja en la ruralidad; recalcan que en el área urbana los grupos ilegales continúan generando terror con intimidaciones al comercio que continúa extorsionado. Como ya ha advertido Caracol Radio ninguno se salva de la cuota. También indican que las plazas de vicio siguen aumentando, lo mismo que los homicidios, principalmente en Llano de Córdoba, donde el pasado 20 de mayo asesinaron a un hombre que al parecer era prestamista. Según la información recibida por este medio de comunicación, la víctima fue atacada a tiros por presuntos integrantes del Clan del Golfo, quienes antes le habían revisado el celular y al parecer, leyeron o vieron algo que no les gustó y lo asesinaron.

Prestamista asesinado luego de que le revisaran el celular- foto cortesía

La intimidación es diaria, las paredes de las casas continúan pintadas con las siglas del mismo grupo que se autodenomina Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) y, según las fuentes, nadie se atreve a borrarlas por temor a represalias de ellos. Los mensajes son directos, escriben “muerte a sapos” y parece que el mensaje ha calado entre los habitantes, así no se sientan aludidos, pero nadie se atreve a hablar del tema públicamente, solo bajo la reserva de la identidad y con mucho temor.

Uno de los muchos grafitis pintados en el área urbana de Remedios- foto cortesía

Dicen que si los ilegales se enteran de quién está compartiendo lo que pasa, las represalias son violentas contra ellos y sus familias. Para el Clan del Golfo, cualquiera puede ser colaborador de la guerrilla (sus enemigos) y por ello se encargan de dejar claro qué le ocurre a quien descubran colaborándoles. En ese afán están cayendo menores y jóvenes, algunos inocentes, otros convencidos por falsas promesas de dinero y poder.

Recordemos que esta población fue catalogada (PDET) Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, pero las fuentes dicen que la transformación no ha llegado; por el contrario, se ha enquistado el conflicto en todos sus rincones. Pero comentan que no pierden la esperanza de que el Estado pueda devolverles la tranquilidad que exigen, antes de que la muerte los alcance, como ha ocurrido con muchas personas. Además, enfatizan en que ya temen ejercer un liderazgo social.

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