Cartagena se suma a una red global de ciudades comprometidas con el liderazgo juvenil

Cartagena hace parte oficialmente de Safe and Sounds Cities - S2Cities (Ciudades Sanas y Seguras), un programa de cooperación Internacional que tiene como objetivo mejorar la seguridad y el bienestar de las ciudades a través del fortalecimiento de los liderazgos juveniles, fomentando en ellos y ellas una mejor comprensión de los sistemas urbanos, ayudando a crear un entorno seguro, sólido, justo y habitable para que fortalezcan su potencial y así convertirse en futuros agentes de cambio.

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S2Cities empodera a jóvenes para liderar procesos de cambio en sus comunidades y responder a los desafíos que enfrenta la ciudad en materia de seguridad, convivencia y espacio público.

Desde el pasado 12 de mayo, jóvenes entre los 18 y 28 años pueden postularse para ser parte de la Escuela de Liderazgo para Jóvenes S2Cities Cartagena, un espacio formativo, vivencial y colaborativo donde fortalecerán sus capacidades como líderes y lideresas y podrán diseñar iniciativas de transformación en sus territorios.

Una ciudad que se transforma gracias a las nuevas generaciones y al trabajo articulado con distintos sectores de la sociedad para impulsarlas.

S2Cities ya se desarrolla en ciudades como Bandung (Indonesia), Cuenca y Ambato (Ecuador), Baguio y Naga (Filipinas), y Envigado (Colombia). Ahora, llega a Cartagena reconociendo su diversidad, su riqueza cultural y los retos urbanos que atraviesa.

La Escuela comenzará con un bootcamp de inmersión, un encuentro presencial en el que se activarán habilidades como el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y el diseño de soluciones comunitarias. Luego, a lo largo de varias semanas, las y los participantes profundizarán en temas como liderazgo sistémico, innovación social, cultura de paz y diseño de proyectos.

Durante el proceso, los y las jóvenes podrán pilotear sus iniciativas con acompañamiento técnico, financiero y la posibilidad de escalar las más destacadas. Además, participarán en sesiones con expertos y expertas nacionales e internacionales que compartirán experiencias sobre cómo crear ciudades más seguras e inclusivas.

Así lo vivió Paulina Castrillón, una joven de Envigado que hizo parte de esta misma experiencia:

“Este proyecto me permitió conocer nuevos modelos organizativos, aprender y aplicarlos en mi ciudad. Me ayudó a crear y fortalecer lazos con personas que aportan ideas, conocimiento y opiniones. Pero lo más importante fue darme cuenta de que, con el apoyo y acompañamiento adecuado, las y los jóvenes sí podemos transformar nuestros territorios y crear iniciativas poderosas de cambio.”

Pedro Fajardo, director ejecutivo de la Fundación Mi Sangre, también destaca el impacto de este proceso:

“Es una gran oportunidad para fortalecer capacidades y competencias individuales, para ampliar el capital social de los y las líderes juveniles e incidir de manera sistémica para construir la Cartagena que soñamos.

Esta es una escuela que promueve además un tipo de liderazgo diferente: un liderazgo consciente y tejedor. Consciente de la relación con uno mismo o una misma, la relación con otros y otras y la relación con el entorno. Y de esta manera, continuar un camino de transformación social con un impacto intergeneracional.

Y es un liderazgo tejedor, porque conecta con otras personas, organizaciones y miradas para avanzar hacia un mismo objetivo común: “Hacer de Cartagena una ciudad más sana y segura para todos y todas”.