Pepe Mujica: sus años en los Tupamaros y en la cárcel
Pepe Mujica pasó 13 años en una prisión acusado de ser un revolucionario en una “democracia enferma”

Pepe Mujica // Getty Images / Roberto Serra - Iguana Press
“El guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo en su última entrevista Pepe Mujica, expresidente de Uruguay y una figura social importante a nivel mundial. Aunque sobretodo en Latinoamérica, donde inspiró no solo a mandatarios, sino a toda una generación que escuchaba sus discursos de “sobriedad” en una sociedad neoliberal.
El 27 de junio de 1973 ocurrió un golpe de estado en Uruguay, que llevó hasta la dictadura de 12 años en el país. El presidente electo de aquel entonces, Juan María Bordaberry, disolvió el Parlamento con el respaldo de las fuerzas militares y policiales.
En años anteriores ya se evidenciaba una base conservadora con tintes dictatoriales, sin embargo la democracia todavía seguía siendo fundamental. A inicios de los años 60 surgió esta guerrilla como respuesta a lo que catalogaba Pepe como una “democracia enferma”.
Mujica perteneció al grupo armado “Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros”, una guerrilla inusual a otras de Latinoamérica, pues actuaba en “estilo Robin Hood”, que actuaba de manera urbana, a diferencia de otros que estaban de manera más rural.
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Sus años en los tupamaros
El entonces militante de los tupamaros actuaba en las regiones urbanas como Montevideo, en 1964 fue la primera vez que estuvo en prisión por ocho meses, fue capturado por robar una fábrica.
A inicios de los 70, volvió a ocurrir un evento mientras era el jefe militar de una columna de la guerrilla, la historia la relató a BBC. Mujica fue baleado en un café, “me hirieron el páncreas y fui a dar a un hospital militar que estaba muy cerca.” Comentó el líder a la cadena británica.
En el año 1970 volvió a caer en prisión, sin embargo logró fugarse junto a otros integrantes de los Tupamaros, aunque varias veces trató de escapar. Particularmente en este momento, José Mujica conocería a su esposa, la mujer que lo acompañaría hasta el día de su muerte, Lucía Topolanski, quien llegó a ser vicepresidenta mucho tiempo después.
La segunda vez, y la más larga, que estuvo en prisión fue en agosto de 1972, retenido en un lugar sin ventilación ni colchón en la ciudad de Paso de los Toros, el uruguayo relató que empezó a tener delirios, debió ser internado en el Hospital Militar: “A principios de los 80 me llevaron al Hospital Militar. Tenía una persecuta de la gran puta, no paraba de tener visiones y cosas así. Vino una psiquiatra a atenderme. Me dio un puñado de pastillas y nunca tomé ninguna”.
Su estadía en prisión cambió cuando su madre pidió que se le dieran libros, por lo que pudo llevar un poco mejor la dura condena en la cual estuvo todo el tiempo en la cárcel.
1985 marcaría el regreso de la democracia a Uruguay, adicionalmente Pepe Mujica salió de esa prisión, acusado de ser un revolucionario. Julio María Sanguinetti obtuvo el poder, marcando las transición de dictadura a democracia, el fin del plan Cóndor en Uruguay.
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El 1 de marzo de 2010, quien alguna vez estuvo en prisión resistiendo torturas y humillaciones se convertiría en el presidente de la República Oriental de Uruguay. Marcando un personaje relevante para toda la historia política y social no solo de su país natal sino de toda Latinoamérica.