¿Cómo saludar a un perro? Forma correcta según adiestradores caninos
Para saludar a un perro de forma segura, según adiestradores caninos, es crucial observar su lenguaje corporal y respetar su espacio. Le explicamos:

Cómo saludar a un perro. Imagen vía Getty Images / vgajic
Saludar a un perro de forma correcta, según expertos en comportamiento canino y adiestramiento, incluye respetar su lenguaje corporal y espacio personas, ya que una mala aproximación puede provocar desde incomodidad hasta reacciones defensivas o agresivas por parte del perro.
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En muchas ocasiones, ver a un perro nuevo puede conllevar un acercamiento invasivo de las personas (como tocarle la cabeza de golpe o mirarlo fijamente) lo que puede generar miedo, y en perros sensibles, reforzar conductas de ansiedad o agresividad hacia personas desconocidas en el futuro
Por tal razón, es importante reconocer los signos de un perro estresado y saber cómo abordarlos de una manera no amenazante. A continuación le explicamos cuál es la forma correcta de saludar y dirigirse a un perro por primera vez.
Forma correcta de saludar a un perro
De acuerdo con expertos de San Diego Humane Society (SDHS), organización sin fines de lucro que brinda servicios de bienestar animal, lo primero que se debe hacer en estos casos es pedirle permiso al dueño o al entrenador, y al perro mismo, antes de acariciarlo. Además, preguntar si es amigable. Algunos perros pueden ser temerosos, reactivos o estar en entrenamiento:
- Pedir permiso al dueño: preguntar si es amigable y puede saludarlo
- Acercarse con calma y sin invadir: no correr hacia el perro. Ir en un ángulo lateral, sin mirarlo fijamente ni hacer movimientos rápidos o invasivos.
- No mirarlos fijamente a los ojos: puede ser vista como una amenaza. Mirar con suavidad o de forma intermitente
- Permitir que el perro se acerque primero: Extender la mano cerrada o ligeramente curvada, con la palma hacia abajo y cerca del suelo, y deja que el perro huela si así lo desea
- Sea tranquilo y háblele con voz suave: el tono, postura corporal y energía general deben transmitir calma y respeto.
- Zonas más seguras para una primera caricia: el pecho, los costados del cuello o el lomo (si el perro da señales de que está relajado).

Formas más seguras para acariciar a un perro. Imagen Getty Images / RomeoLu
El último consejo es leer su lenguaje corporal, para ello es crucial identificar los signos de un perro estresado o incómodo. Tenga en cuenta que el estrés prolongado afecta negativamente su bienestar físico y emocional:
- Bajando la cabeza
- Jadeando
- Tratando de alejarse
- Aplanando las orejas
- Lamiéndose los labios
- Entrecerrando los ojos
- Escondiendo la cola
- Levantando una pata
Si la persona ignora alguna de estas señales, es posible que el perro se vuelva más temeroso y hacer alguna de las siguientes cosas: quedarse inmóvil, gruñir, arremeter o incluso intentar morder, como una manera de protegerse.
Intentarlos abrazar es otra conducta que no aconsejan los expertos, debido a que el perro ve esta acción como amenazante cuando viene de un desconocido; además, esto no debe hacerse porque deja la cara justamente frente a los colmillos del perro.
¿Hablarles como a un bebé?
Por último, expertos aconsejan hablarles como a un bebé, ya que este tipo de lenguaje conlleva múltiples beneficios para los caninos como contribuir su desarrollo y mejora la relación entre ambos.
Además, el investigador canino Stanley Coren de la Universidad de British Columbia de Vancouver (Canadá), reveló en un estudio que los perros pueden distinguir más de 160 palabras. Aseguró que los perros tienen una capacidad cognitiva comparable a la de un niño de entre dos y tres años, lo que los hace muy sensibles a las palabras.
El experto explicó que la inteligencia canina se puede dividir en tres: instintiva, adaptativa y la de trabajo y obediencia.
En ese sentido, hablarles con un tono afectuoso las mascotas no solo reciben muestras de afecto y su atención se centra en usted, sino que también se ven beneficiadas a nivel cognitivo.
Este tipo de tono también despierta sentimientos de curiosidad y felicidad, lo que además contribuye positivamente a su bienestar emocional.



