Sindicato exige que la administración de las termoeléctricas de Paipa regrese a Boyacá

Paipa

En medio de una masiva movilización, el sindicato de trabajadores de la energía Citraelecol reiteró su exigencia al Gobierno Nacional para que la administración de las plantas termoeléctricas de Paipa (Unidades I, II y III) vuelva a ser gestionada desde Boyacá. Según el presidente del sindicato, Pedro Rojas, esta medida garantizaría que los recursos generados por la operación de las plantas sean reinvertidos en el departamento y no en otras regiones del país.

Una administración fuera del territorio

Desde 2005, las plantas termoeléctricas de Paipa han sido administradas por la empresa Gensa, cuya sede se encuentra en Manizales. Para los trabajadores del sector, esta decisión ha impedido que los ingresos derivados de la generación de energía beneficien directamente a las comunidades de Boyacá, que históricamente han soportado el impacto ambiental de su funcionamiento.

“Queremos que la administración de las plantas regrese a Boyacá. Aquí se generan los impactos ambientales y aquí deben quedarse las inversiones. En 2005 nos negaron esta posibilidad, pero seguimos luchando porque es un derecho que nos corresponde”, manifestó Rojas.

El líder sindical hizo un llamado al Ministerio de Minas y Energía, al Ministerio de Hacienda y al Ministerio de Defensa (como mayor accionista de Gensa) para que reviertan la decisión y permitan que las termoeléctricas sean gestionadas directamente desde el departamento.

Falta de inversión en transición energética

Otro de los reclamos del sindicato es la falta de proyectos reales de conversión energética en Boyacá. En 2022, Gensa anunció con gran despliegue mediático la construcción de una planta fotovoltaica en los patios de ceniza de Paipa, con una capacidad de 4.5 megavatios. Según el cronograma oficial, el parque solar debería haber entrado en operación a finales de 2024 o inicios de 2025, pero hasta la fecha no hay avances ni inversión en el proyecto.

“No hay un solo peso destinado a este proyecto ni avances en su ejecución. Mientras tanto, vemos cómo en otras regiones se invierten grandes sumas en transición energética”, criticó Rojas.

En este sentido, los trabajadores denunciaron que recientemente se aprobaron 69 millones de dólares para un proyecto de transición energética en el departamento de Caldas, sin que se haya explicado qué fuente de generación con combustibles fósiles será cerrada allí para justificar esa inversión.

“Queremos que Gensa nos explique cuál es el proyecto por el que se les asignó esa millonaria suma. Aquí en Boyacá, donde realmente existe una fuente de generación térmica, no han destinado recursos para la transición energética. Esto es una injusticia”, afirmó el presidente de Citraelecol.

Posible cierre de unidades en Paipa

El sindicato también advirtió sobre un posible plan de cierre de las termoeléctricas de Paipa, lo que afectaría la seguridad energética del departamento y dejaría sin empleo a cientos de trabajadores del sector minero y energético.

“Tenemos información de que ya existe un plan para cerrar la Unidad I en 2026 y las Unidades II y III en 2028, dentro del marco de la transición energética. No nos oponemos a la transición, pero exigimos que los recursos que se asignan para este proceso sean invertidos en Boyacá y no en otras regiones”, señaló Rojas.

Según el sindicato, la falta de inversión en proyectos de reconversión energética en el departamento demuestra que Gensa no tiene un plan concreto para garantizar una transición justa en la región. “Nos dicen que hay cinco proyectos en marcha, pero cuando preguntamos por cifras y avances concretos, no hay nada. Son solo planes en el papel”, denunció Rojas.

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