Yarumo Blanco, una asociación que fortaleció el turismo sostenible en Colombia

Cada ser vivo cumple un rol fundamental en procesos biológicos que conforman una cadena biológica importante, que de ser alterada puede cambiar drásticamente el comportamiento y existencia de otros agentes como animales y plantas. En Colombia, los árboles son parte importante de los bosques y reservas forestales que están distribuidos por la geografía nacional.

Gracias a su ubicación en el mapa, y la fertilidad de los suelos, en Colombia crecen árboles únicas de este lado del continente, que juegan un papel crucial en los ecosistemas naturales del país. En Risaralda, hacia el centro-oeste del país, es común encontrar el yarumo blanco, un árbol fácilmente reconocible por su cuerpo cilíndrico, delgado, con hojas de color verde en tonalidad pálida.

Este tipo de vegetación nutre de alimento a distintas especies animales como monos, murciélagos, pájaros, entre otros. Asimismo, aporta al restauración ecológica de zonas en las que se están plantando nuevos árboles y vegetaciones para entrar en procesos de recuperación natural del ecosistema, que está teniendo nuevos usos.

Una asociación que le apuesta al ecoturismo

En este departamento del Eje Cafetero, desde hace años se fundó una asociación de base local, que tomó a este árbol regional como símbolo oficial para aportar al desarrollo sostenible, por ejemplo con el ecoturismo comunitario. La Asociación Comunitaria Yarumo Blanco lleva alrededor de 15 años de funcionamiento, y sus integrantes son habitantes de los corregimientos de La Florida y la vereda La Suiza, a poco más de 16 kilómetros de la capital del departamento, Pereira.

Esta asociación fue fundada por cuatro socios, que por medio de un contrato de prestación de servicios con Parques Nacionales Naturales de Colombia, lograron desarrollar un proyecto en conjunto que unió a más de 20 miembros asociados, y decenas de personas que decidieron conformar este exitoso proyecto.

Una de sus banderas de esta institución es el turismo sostenible, que a pesar de que se ha popularizado en los últimos años, es una práctica que se viene desarrollando hace décadas. Gracias a su gestión y trabajo, han podido posicionar sitios como el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, y otras áreas protegidas como La Macarena, Los Flamencos, Bahía Málaga y Chingaza, que actualmente son destinos fundamentales para los turistas que visitan esta zona del país.

Dicho vínculo con Parques Nacionales Naturales de Colombia se dio en medio de un momento en el que la entidad tuvo la iniciativa de poder reunir a las comunidades rurales que se encuentran aledañas a las reservas naturales, y que desarrollaran proyectos de ecoturismo, bajo la figura de prestación de servicios. Esto comenzó como un proyecto piloto que tuvo sus primeros diálogos en los primeros años del siglo XXI, y que se oficializó en 2008 con el programa Ecoturismo Comunitario, el cual incluía seis áreas protegidas, como la de Otún Quimbaya.

Reconocimientos a años de trabajo

El arduo trabajo de años en la intención de fortalecer la conservación de ecosistemas, y fortalecer el turismo sostenible en el país, esta asociación ha logrado premios y reconocimientos importantes que la han destacado a nivel nacional. En 2014, recibió el Premio Nacional de Turismo Sostenible en la categoría Beneficio a Comunidades Locales.

Por cuatro años consecutivos, obtuvo el reconocimiento de Destino Verde del Mundo, que posicionó al Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya como un destino referente en materia de turismo sostenible.