Karol Zapata, la mujer que encontró en la educación y la ciencia la oportunidad de salir adelante

Crecer en medio de entornos complicados supone un gran reto que pone a pruebas a niños, jóvenes, y familias que se ven obligadas a evitar la violencia y el crimen al que están rodeados. Aunque hay algunos que caen en los malos pasos, existen quienes logran imponerse a las adversidades y trascender fronteras que antes no creyeron superar, y que encontraron en otros caminos, la oportunidad de salir adelante.

En el caso de Karol Zapata, la ciencia y la educación fueron sus grandes aliados en la forma de conseguir sus logros y proezas personales, que son ejemplo de admiración para miles de mujeres y niñas. Siendo muy pequeña, la doctora en biotecnología creció en el barrio Manrique Oriental, ubicado en la Comuna 3 de Medellín, que para la década de los noventa era una de las zonas más conflictivas y violentas de la capital antioqueña.

A sus 10 años, su madre decidió salir de allí, y se mudaron a Copacabana, un municipio del área metropolitana de Medellín que era más pacífico y calmado para vivir. En su colegio rural se destacó como la mejor estudiante, mérito que le otorgó una beca que le aseguraba la mitad de la matrícula en una universidad privada de Medellín, aunque por la situación económica de su hogar no pudo aceptarla.

El camino a la excelencia

Aunque no pudo tomar esta oportunidad, se presentó a la Universidad Nacional en Medellín, donde estudió ingeniería biológica. Desde el inicio, se atrajo por esta carrera, ya que el pensum contaba con una materia que le gustaba, la cual era biología. Cursando su carrera profesional, se encarriló en el primer grupo de investigación de la facultad, donde allí encontraría un gusto por la investigación científica.

Una vez finalizó su carrera, se postuló al programa Jóvenes investigadores e innovadores, una iniciativa del Ministerio de Ciencias Tecnología e Innovación, que le permitió realizar una maestría. En el postgrado se desempeñó como monitora, algo que le permitió ganar dinero, y entrarse en la docencia y la enseñanza.

Posteriormente, incursionó sus estudios doctorales en Biotecnología, de igual manera en la Nacional, y una vez los finalizó, la institución educativa la escogió para que fuese docente de Química en el recinto. Actualmente, es pasante posdoctoral del Grupo de investigación fenómenos de superficie Michael Polanyi, el cual está adscrito a la Universidad Nacional. Cabe resaltar su trayectoria en el ámbito profesional y académico, ya que cuenta con más de 20 publicaciones científicas en revistas, y la participación en más de 15 eventos científicos a nivel nacional e internacional.

Distinciones y premios

En noviembre de 2024, L’Oréal Groupe, y la Unesco, le otorgaron el premio “Para las Mujeres en la Ciencia” a la profesional antioqueña por su trabajo de investigación con el cannabis. Las investigaciones y hallazgos que ha hecho con esta planta buscan aprovechar al máximo las propiedades medicinales de la planta, que en los últimos años se ha utilizado para la creación y distribución de productos terapéuticos, especialmente en la industria farmacéutica.

Karol reconoce no haber crecido con mujeres referentes en la ciencia y la investigación, por lo que espera convertirse en un modelo a seguir para niñas y adolescentes que al verla se inspiren y quieran seguir sus pasos.