David Ortiz, el hombre que llevó una empresa familiar a ser una compañía líder en tecnología

La época de la pandemia fue un verdadero reto para todo el sector económico, desde emprendedores y pequeños empresarios, hasta las grandes compañías que lideran sus respectivos sectores. Mientras que unos quedaron fuertemente afectados, otros encontraron soluciones, y lograron encontrar el camino para seguir operando, y aun mejor, lograr expansión.

Este es el caso de Siigo, una empresa colombiana que brinda servicios informáticos a través de software administrativos con diversas funcionalidades que apoyan el trabajo desde pymes hasta corporaciones con una infraestructura fuerte y compuesta. Para llegar a lo que es hoy en día como una exitosa empresa del sector tecnológico, Siigo pasó por varios cambios que le permitieron desarrollar procesos de innovación, y ampliar su portafolio de productos que proveen a sus millones de usuarios en Colombia y otros países de Latinoamérica.

El cerebro detrás del exponencial crecimiento de esta empresa nacional tiene nombre propio, David Ortiz, un ingeniero industrial que asumió el cargo de CEO, al suceder a su padre y fundador de Siigo, Ricardo Ortiz, quien desde entonces ocupa una de los lugares de la junta directiva. Nació en Bogotá, desde niño ha tenido destrezas y talento con las matemáticas, y aunque estuvo cerca de estudiar ingeniería de sistemas, la misma carrera de su padre, se decantó por otro camino que le permitió abarcar un conocimiento más extenso, y encontrar gusto por otras áreas empresariales.

Conforme fue cursando su carrera universitaria, David encontró una particular atracción hacia el mercadeo, el campo administrativo, y la gestión humana. En 2010, fue cuando David ingresó por primera vez a Siigo como un empleado más, año que coincidió con la compra de Ricardo por el 80% de las acciones que anteriormente eran propiedad de una multinacional.

De nuevo con el mando de la empresa, el padre de David le propuso trabajar dentro de Siigo, encargándose del plan de desarrollo de un software en la nube, que para entonces era algo nuevo en el país. Este proyecto suponía una piedra angular en la subsistencia de la compañía, ya que si llegaba a fracasar, entraban en una millonaria deuda con los bancos que los pudo haber colocado en bancarrota.

Liderando el área de innovación, David sacó adelante el plan de acción, y la compañía prosperó, abarcando ampliamente el mercado nacional, ya que era la única empresa colombiana que se dedicaba al desarrollo de software en la nube. Años más tarde, en la búsqueda de encontrar algo innovador y aumentar las ventas, se fijó en la venta de suscripciones mensuales y anuales, una alternativa a las licencias de software que junto al trabajo con mercadeo logró figurar dentro de su portafolio de productos. Al ser más económicas, lograron captar la atención de nuevos clientes que compraron estas suscripciones que siguen hoy en día.

2020: un año crucial

Desde que asumió la dirección general de Siigo, el reto más complicado de David fue confrontar la pandemia, y lograr salir adelante. Debido a la reducción de ingresos y la venta de suscripciones, llegó el dilema de reducir la nómina o reducir los sueldos de los empleados para continuar con la operación, en medio de las dificultades económicas y sanitarias. Esta situación generó incertidumbre en el crecimiento exponencial que tenía planeado la empresa, por lo que tuvo que tomar decisiones.

Con menos empleados, no se podía seguir con el plan de expansión, así que le propuso a sus 1.000 empleados bajarse el tiempo por un tiempo parcial, a lo que todos aceptaron. Luego de la pandemia, las deudas se sanearon, y Siigo continuó expandiéndose, y se mantiene como una empresa líder del país de la tecnología con más de 1.200.000 clientes en Colombia, Ecuador, Uruguay, Perú, Chile y México.