La Corte IDH condenó a Colombia por violar los derechos del pueblo U’wa, marcando un fallo

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó al Estado colombiano por la violación de los derechos territoriales, culturales y ambientales del pueblo indígena U’wa, ubicado en los departamentos de Santander, Casanare, Norte de Santander y Boyacá. Este fallo responde a décadas de lucha de la comunidad en defensa de su territorio ancestral, gravemente afectado por actividades extractivas y de infraestructura que se llevaron a cabo sin respetar los estándares internacionales de consulta previa, libre e informada.

El fallo: un reconocimiento a 30 años de resistencia

Juan Tegria, abogado de la nación U’wa, celebró la decisión, destacando que el 20 de diciembre la Corte notificó la sentencia. “Este fallo es el resultado de casi tres décadas de lucha, primero ante la Comisión Interamericana y luego ante la Corte IDH. Reconoce que el Estado colombiano violó nuestros derechos territoriales, culturales, sociales y ambientales, y marca un precedente judicial no solo para nuestra comunidad, sino para todos los pueblos indígenas de Latinoamérica”, afirmó.

La Corte señaló que el Estado colombiano autorizó proyectos extractivos y turísticos en territorios U’wa sin realizar consultas previas con la comunidad, lo cual constituye una grave violación a los derechos fundamentales establecidos en los estándares interamericanos. Estas actividades han causado daños profundos al tejido cultural, social y espiritual del pueblo U’wa, además de impactos ambientales irreversibles en ecosistemas esenciales.

Delimitación y coadministración del territorio

Uno de los puntos clave de la sentencia es la delimitación del territorio ancestral U’wa, que incluye el Parque Nacional Natural El Cocuy. Según Tegria, el fallo exige que el Estado establezca mesas de concertación con la nación U’wa para garantizar su participación activa en la administración de estos espacios:

“Debe existir una coadministración entre la nación U’wa y las instituciones del Estado, como Parques Nacionales. Esto no solo es un reconocimiento de nuestros derechos ancestrales, sino una oportunidad para proteger este territorio como patrimonio de la humanidad en el contexto de la crisis climática”, explicó.

El abogado también subrayó que el proceso debe incluir el respeto por los principios espirituales y culturales del pueblo U’wa, asegurando que cualquier acción tenga como prioridad la conservación ambiental y el beneficio colectivo.

Un llamado a la reparación y no repetición

El fallo también ordena al Estado colombiano adoptar medidas inmediatas para reparar los daños ocasionados y garantizar que situaciones similares no vuelvan a ocurrir. Esto incluye reconocer oficialmente la violación de derechos y trabajar en conjunto con la comunidad para implementar un plan de reparación integral.

Tegria señaló que el gobierno tiene un plazo limitado para cumplir con las disposiciones de la sentencia: “El próximo año será crucial. El gobierno nacional debe iniciar de inmediato el proceso de cumplimiento de la sentencia, estableciendo mesas de trabajo con la nación U’wa y reconociendo plenamente los derechos que nos han sido vulnerados”.

Un precedente para América Latina

La sentencia de la Corte IDH se posiciona como un hito en la protección de los derechos de las comunidades indígenas en América Latina. Además, refuerza la importancia de garantizar la consulta previa y la participación activa de los pueblos originarios en decisiones que afectan sus territorios.

El pueblo U’wa, conocido por su resistencia pacífica y su defensa inquebrantable de la Madre Tierra, ha reiterado que su lucha no solo busca preservar su cultura, sino también proteger ecosistemas esenciales para la humanidad. Como ellos mismos declararon tras conocer el fallo: “Este es un triunfo por el territorio y por la vida”.