¿Qué animales se deben poner en el pesebre? Explicación según la biblia

La representación del pesebre ha ido evolucionando a lo largo de los años, pues se van incorporando elementos culturales y artísticos propios de cada época. Aunque esta tradición se manifiesta con varios detalles, el texto bíblico original proporciona una descripción más sencilla y concisa de las circunstancias en las que tuvo lugar este acontecimiento histórico.

La imagen de la Navidad está centrada en gran parte en el pesebre, de manera que sus interpretaciones han sido objeto de análisis religioso hasta el día de hoy. Sin embargo, una revisión rigurosa de los textos sagrados permite identificar cuáles fueron los animales que con mayor probabilidad compartieron el establo de Belén con el Niño Jesús, otorgándoles un significado simbólico y profundo.

Lo anterior se afirma con las escrituras de Mateo 1.18-25 con el siguiente texto: “todos iban a ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño”.

¿Cuáles son los animales que deberían estar en el pesebre?

Si bien los textos sagrados no detallan la fauna presente en el establo de Belén, la tradición cristiana, basada en la interpretación de los símbolos bíblicos, ha asociado la presencia de ciertos animales, como las ovejas y el buey, con atributos específicos de Cristo y su misión. La movilidad y el transporte en la época romana estaban fuertemente jerarquizados. Mientras que los caballos eran utilizados por las élites para realizar largos viajes entre ciudades, los campesinos y pastores dependían de animales de carga más humildes como los burros y las mulas.

El pesebre vaticano, como modelo a seguir para los fieles de todo el mundo, presenta una imagen sencilla y concisa que se centra en los elementos esenciales de la narración evangélica. La inclusión de figuras como los Reyes Magos, aunque tradicional, se realiza de manera más discreta, evitando recargar la escena. Es por esto que la representación del pesebre en el Vaticano invita a reflexionar sobre la importancia de la sencillez y la sobriedad en la expresión de la fe. Al eliminar los elementos superfluos, concentrando su atención en lo esencial: el nacimiento de Jesús y su significado para la humanidad.