Carlos Ariel: ¿Por qué cambiar fusiles por remos? El deporte extremo que le apuesta a la paz
Tras años de conflicto, el río Pato fue reconocido como una joya natural que visitantes nacionales e internacionales ahora pueden disfrutar gracias a la oferta turística que proponen las empresas locales
En 2017, tras un año de la firma de los Acuerdos de Paz, nació una iniciativa especial que quiso apostarle al turismo en un territorio que estaba transitando hacia la paz. Se trata de Caguán Expedition, un proyecto ubicado en Miravalle, en la región del río Pato, del municipio de San Vicente del Caguán, en todo el corazón del Caquetá.
Durante la época del conflicto, este río, el cual es el último de la cuenca Amazónica en el Caquetá, sirvió como una retaguardia militar que fue clave para la antigua guerrilla de las FARC, la cual tenía una extensa presencia en el departamento desde hace varias décadas. Se trata de un tipo de frontera entre los exguerrilleros y la fuerza pública.
Tras la enorme desmovilización que se realizó en 2016, varios de sus territorios volvieron a manos de la comunidad, que aprovechó la magnitud del potencial natural de esta zona para crear allí proyectos ecoturísticos que hoy son un gran éxito. Uno de estos proyectos fue Caguán Expedition, una empresa de turismo que se ha destacado por su historia y por haber conseguido grandes logros tras 7 años de trabajo en la región.
¿Cómo comenzó Caguán Expedition?
Carlos Ariel es el director y uno de los cofundadores de Caguán Expedition. Ariel nació en Bucaramanga, estudió Ciencias Políticas y Geografía, pero en gran parte de su vida se ha dedicado a trabajar en temas sociales.
De hecho, trabajó en la oficina del Alto Comisionado de Paz y desde allí les propuso a los excombatientes de la vereda Miravalle que exploraran y se animaran a hacer rafting en el río Pato. Alrededor de este río se encuentran enormes formaciones rocosas de la cordillera oriental que forman un largo cañón, el cual se combina con la naturaleza del lugar y forman un paisaje natural único.
La idea de hacer rafting en este lugar surgió luego de que Ariel, recorriendo el sector, fuera a San José del Fragua, en el Caquetá. Allí se ofrecía la experiencia de practicar este deporte extremo; sin embargo, luego de terminar la actividad y pasar un día por el río Pato, Ariel se da cuenta de que este afluyente tenía mucho más potencial por su corriente para ese deporte.
Además de tener un caudal mayor, el paisaje que acompaña su recorrido lo hacía mucho más atractivo, especialmente porque esa zona es piedemonte amazónico, entre Orinoquía, Andes y Amazonía, lo que hace que sea parte de uno de los lugares más biodiversos del país.
Tras formarse esta idea, Ariel le planteó esa posibilidad a los excombatientes, quienes de inmediato se animaron y quisieron formar la empresa de turismo junto a él. Luego de renunciar a su trabajo y apostarle todo por ese proyecto, se empieza el trabajo de revisión y, con el trabajo en conjunto de organizaciones sociales y la Federación Internacional de Rafting (IRF), se construyó Caguán Expedition.
La historia detrás del: “cambiamos los fusiles por remos”
“Haciendo esta actividad, nos dimos cuenta de una particularidad muy interesante que impulsó aún el trabajo en este deporte”, señaló en una entrevista Ariel. De acuerdo con el director, en los 80, durante el apogeo de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la entonces Unión Soviética, Jib Ellison, un aventurero, conservacionista y experto en sostenibilidad, le apostó todo a un proyecto bastante particular.
Se trató del proyecto RAFT (Russians and Americans For Teamwork o en español Rusos y estadounidenses por el trabajo en equipo). Esta fue una organización sin ánimo de lucro que fue pionera en el intercambio de ciudadanos de las dos naciones a través de expediciones por ríos en la naturaleza. Según explica un artículo de IRF, para Ellison el trabajo en equipo, el cual es prácticamente la esencia de los viajes de rafting, tenía el gran poder de unir a desconocidos para que pudiesen superar las diferencias y así crear mejores relaciones.
“El rafting consiste en eso, en trabajar en equipo: de nada sirve ser el más teso, el más fuerte, el más audaz, si no se trabaja de manera colectiva, por eso llamamos al rafting un deporte para la paz, porque la construcción de paz es con todos, en equipo”, explicó Ariel.
Esta empresa, que terminó reuniendo a más de 10 firmantes del Acuerdo de Paz, campesinos y comunidad de la zona, hoy es uno de los proyectos turísticos más fuertes del departamento. Además de ofrecer turismo, de la empresa surgió un equipo que compite a nivel internacional y que incluso fue condecorado en el Mundial de Rafting en Italia en 2023.
Por todo su trabajo y su apuesta a la paz, Ariel y todo el equipo de Caguán Expedition fueron elegidos como uno de los 100 nuevos líderes de Colombia 2024, un reconocimiento de Prisa Media.