Tumaco: una tierra llena de talento, moda y raíces ancestrales

En Nariño está Tumaco, la Perla del Pacífico. Un territorio que durante años ha sido noticia por la guerra, el narcotráfico y la delincuencia de los grupos armados. La violencia en esa región ya cumple 30 años. Las guerrillas del ELN y de las FARC llegaron a este territorio entre 1994 y 1997. Trajeron coca, desplazamiento y un conflicto interno. Sin embargo, Tumaco no solamente es esto

“No todo es violencia en nuestro territorio. Hay personas que tenemos la disposición de seguir adelante, de avanzar”, dice Yolima Díaz, una modista de la región de Nariño.

Para marzo de 2020, más de 700 personas estaban desaparecidas, una tragedia que viste de luto a las familias y ha dejado una huella imborrable en su gente, en su historia y en su cultura.

Tumaco es un territorio lleno de jóvenes talentosos, de mar, de las ballenas que llegan en julio y se van en octubre, de viche y cura’o, de encoca’o de pescado, de playas, de Pacífico y de moda ancestral.

“Todo está por hacerse en nuestro Pacífico. Aquí tenemos pintores, tenemos bailadores, tenemos cantores, tenemos lo que usted quiera desde la perspectiva cultural”, asegura Mario Mar, un cantante que deja en alto a Tumaco.

Viajamos hasta Tumaco para conocer el Programa Raíz, un proyecto del Ministerio de Cultura y de la Escuela Taller de Tumaco que muestra lo mejor del territorio, que impulsa las economías populares, pero sobre todo empodera a la mujer tumaqueña.

“Uno de los mejores indicadores es haber logrado que diferentes mujeres expresaran que habían dejado de dedicarse a un oficio porque ya no creían, ya no venían una oportunidad, pero este proyecto les devolvió la esperanza. Hoy tienen unas iniciativas, unos negocios consolidados que les está permitiendo generar ingresos para sostener a sus familias. En últimas, esto se traduce en una apuesta real, en un ejercicio de construcción de paz”: Marcela Aragón, directora de la Fundación Escuela Taller de Tumaco.

A través del Patronaje y la confección, el diseño de modas, el diseño de joyería, el diseño textil y la creación de imagen, los habitantes de la Perla del Pacífico le hacen el quite al desempleo e impulsan el comercio en la región.

“Es un proceso que refleja todo lo que hay acá, pero que abre camino de sostenibilidad, abre caminos de inclusión económica, abre caminos para la autonomía financiera de las mujeres”: Catalina García, directora de la Dirección de Estrategia, Desarrollo y Emprendimiento (DEDE).

Sus obras son fascinantes. Hay vestidos con estampados que representante el Pacífico colombiano, fotos que dejan entrever la belleza de su gente y joyas para andar bien ‘embambado’. Esto le cambia la vida por completo a los tumaqueños y revive las raíces ancestrales.

“Adquirí bastante aprendizaje. Descubrí cómo ir más allá al momento de tomar una fotografía, saber qué expresa esa foto”, afirma Rosa Padilla, ‘Roshy’, quien cursó el programa de creación de imagen.

Todo esto demuestra que Tumaco es más que guerra. Tumaco es paz, Tumaco es valentía. Tumaco, como dice la canción, es tierra de Dios.