La FAO lidera acciones anticipatorias para proteger a agricultores del impacto climático
Los fenómenos climáticos están generando pérdidas millonarias en la agricultura colombiana. En respuesta, la FAO ha liderado iniciativas que han protegido a más de 80.000 pequeños productores del país
Colombia
Los fenómenos climáticos como La Niña tienen un impacto devastador en la agricultura colombiana. Entre 2010 y 2011, las pérdidas económicas alcanzaron los 350 millones de dólares; mientras que, entre 2021 y 2023, se aumentaron drásticamente a 2.000 millones de dólares.
Durante ese mismo período, la superficie afectada de cultivos y pastizales pasó de 1,3 millones a 2,2 millones de hectáreas, mientras que el número de animales productivos afectados se incrementó de 2 millones a 6 millones. Todas estas cifras reflejan la creciente vulnerabilidad del sector agropecuario y pesquero, acentuándose así la urgente necesidad de implementar medidas preventivas y de adaptación.
Actualmente, Colombia enfrenta una situación difícil por las inundaciones que se han registrado en diferentes partes del país, lo que llevó a que el Gobierno Nacional tuviese que declarar la “situación de Desastre Nacional” en todo el territorio y haya tenido que solicitar ayuda internacional.
Esta situación, que se suma a los grandes impactos que generan los fenómenos climáticos en la agricultura, justifica la urgencia de hablar sobre una ‘agricultura de emergencias’ y ‘acciones anticipatorias’. Estas son intervenciones planificadas que se implementan antes de que ocurra un evento o una crisis climática y se basa en pronósticos y alertas tempranas. Con estas acciones, se busca mitigar el impacto negativo en las comunidades vulnerables, protegiendo los medios de vida, la seguridad alimentaria y los recursos esenciales.
En los dos últimos años, la FAO ha movilizado 3 millones de dólares estadounidenses (USD) para la ‘Acción Anticipatoria’, protegiendo a más de 80.000 pequeños productores, comunidades étnicas y mujeres rurales en 15 municipios del país frente a amenazas como el Fenómeno de El Niño, La Niña y los ciclones tropicales. Este despliegue ha contado con el apoyo del Gobierno Alemán, el Gobierno de Bélgica y el Ministerio de Agricultura.
Es fundamental que el país replantee sus prioridades, enfocándose en actuar de manera anticipada e invertir más en la reducción de riesgos, lo que le permitirá disminuir los elevados costos asociados a las respuestas que debe dar ante desastres.