Alemania destaca el papel de América Latina en la adaptación frente al cambio climático
América Latina y el Caribe es la segunda región más vulnerable del mundo a los desastres naturales. Entre 2002 y 2022, más de 190 millones de personas fueron afectadas por alrededor de 1.500 catástrofes.
Las autoridades internacionales subrayan en la “Plataforma de Diálogo Regional en Latinoamérica y el Caribe de Acciones Anticipatorias” la urgencia de que la región se comprometa aún más a impulsar acciones preventivas en sectores clave como la agricultura, la ganadería y la seguridad alimentaria. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y diagnósticos alentadores, el progreso no avanza con la rapidez necesaria. “Los temas están en el radar, pero no vamos bien. Hace falta celeridad en los temas climáticos y de biodiversidad”, señala Martina Klumpp, embajadora de Alemania en Colombia.
El desafío es cada vez mayor, a pesar de que la región dispone de recursos económicos para adaptarse a los cambios climáticos, como sequías e inundaciones, Klumpp insiste que las organizaciones deben hacer un uso más eficiente de los recursos disponibles, y los usuarios, por su parte, deben ajustar sus patrones de consumo para contribuir a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
La colaboración entre los Gobiernos frente a las crisis climáticas ha sido fundamental, la embajadora confirma que: “Hemos trabajado estrechamente en varios programas con el Gobierno de Colombia, y en alianza con el Reino Unido y Noruega, enfocándonos en fortalecer las capacidades de las zonas verdes e incluir un sistema de trazabilidad”, destacando especialmente la Amazonía, que concentra el 60% de la deforestación del país.
Por su parte, la FAO ha implementado un sistema de apoyo a las comunidades indígenas, en el que, además de respetar y valorar sus conocimientos ancestrales, se les enseña a anticipar fenómenos naturales y adaptarse a nuevas formas de cultivo y supervivencia frente a eventos inevitables.
Por último, Klumpp resalta el enorme potencial natural de América Latina y el Caribe, lo que justifica las significativas aportaciones que recibe. Alemania es el segundo mayor donante en las organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas, así como en el Programa Mundial de Alimentos y la FAO.